El amor es una estupidez, dijo ella. Él se rió. A vos porque no te ama nadie, le retrucó. Ella lo miró serio pero enseguida se dijo que no iba a dejarlo ganar. Vos me amás, yo lo sé, dijo ella desafiante.
Él acusó el golpe. Hablaba dormido, no cuenta eso, se defendió.
Por la ventana empezaban a colarse unos raquíticos gusanos de luz, que no alcanzaban ni para una esperanza. Ella brillaba en la camisa blanca que era de él y él cruzaba y descruzaba las piernas desnudo buscando provocarla.
Ella se rió de verdad, con demasiada honestidad. Ni lo pienses, le dijo, vos no me amás, y se rió todavía más de la cara de fastidio de él porque se iba a quedar con las ganas.
¿Sabés una cosa? preguntó ella sin esperar respuesta, vos y yo somos parecidos pero diferentes. Parecidos porque los dos corremos para escaparnos, pero diferentes porque escapamos de cosas diferentes. Vos escapás de la soledad, a mi me gusta la soledad.
¿Y de qué escapás vos? preguntó él sin prestar demasiada atención.
De tipos como vos, respondió ella con su sonrisa de haber ganado. Cuando vos ya no puedas vivir sin mi yo ya no podré vivir con vos.
diciembre 13, 2013
diciembre 11, 2013
Desde hace años, la política ha tomado rumbos verdaderamente inhumanos y antidemocráticos con el único pretexto de adecuarse a los cambios que la globalización ha generado en nuestro mundo.
El avance desmedido y sin control de las empresas multinacionales y los grandes capitales financieros (los mismos que han llevado a la quiebra a media Unión Europea) ha llevado al autoproclamamiento como soberano del mundo a estos intereses corporativistas y multinacionales en contra de la soberanía individual de cada una de las naciones del mundo.
Este nuevo gobierno mundial de las empresas y los especuladores financieros exige, para su supervivencia y libre albedrio, la aniquiliación absoluta de cualquier fuerza moral o política que pueda significar un freno a sus ambiciones desproporcionadas y contrarias al sentir de los pueblos que, cada vez más, van siendo marginados en la toma de decisiones de sus propios asuntos.
Empresas petroleras deciden qué es legal y qué no en cada país de acuerdo a sus propios intereses, poniendo a cada nación al borde de una crisis energética u obligando a pagar a cada país por sus propios recursos, principio que constituyó los fundamentos del imperialismo y el colonialismo que la historia afirma haber dejado atrás.
La co-existencia entre el gobierno mundial de los capitales y los gobiernos nacionales, soberanos e independientes ha llegado a su fin hace tiempo: el Capital exige la adecuación de las naciones del mundo y de sus administraciones para poner fin a cualquier obstáculo que impida el triunfo de las empresas por sobre los gobiernos, del dinero por sobre los hombres.
La pobreza y la marginalidad en crecimiento constante poco importa si es reflejo de un crecimiento desmedido de los dividendos que los pueblos les brindan mansamente aceptando la explotación de sus individuos.
Hace ya varias décadas que en Latinoamérica han iniciado la trasformación de la política en una mera administración financiera y empresarial. Hace años que han convertido ─o al menos intentado─ reemplazar a la política por la administración empresarial con el claro fin de convertir a paises enteros en sus propias sucursales.
El cambio continúa siendo desfavorable a los pueblos: cada día son menos los gobernantes y más los gerentes de paises o ciudades colocados por manos invisibles a través de los medios y las empresas que buscan aumentar sus ganancias sin importar el altísimo costo de vidas humanas sacrificadas al Dios Dinero.
En muchos paises de nuestra Latinoamérica esto ya ha sido llevado acabo con total éxito: administradores especialistas en ciencias económicas y rebajados a meros administradores de sucursales más que en política y liderazgo ya ocupan los puestos de poder de media Latinoamérica si no más.
Está en el pueblo, en cada uno de los pueblos, la responsabilidad de revertir esta trasformación: expulsar definitivamente a los gerentes-empleados que las empresas multinaciones han colocado en nuestros gobiernos para reemplazarlos por verdaderos gobernantes, líderes que gobiernen un país y no una empresa, que tengan bien profundamente aprendido que cada ciudadano vale aunque no de ganancias o incluso dando pérdidas, que la seguridad, la salud y la educación son gastos innegociables para cualquier Estado y no un gasto o una pérdida de dinero.
Debemos comenzar una verdadera lucha contra el gobierno empresarial que quiere arrasar con nuestros recursos y nuestras vidas. Poner fin a la especulación financiera que ya ha arruinado a casi todos los países, aún a los denominados "paises desarrollados" ─incluso EEUU, ese faro que lleva a los demás paises a estrellarse una y otra vez, estuvo al borde del default no hace mucho.
Debemos decir basta a los gerentes que quieren ocupar el puesto de los gobernantes. Debemos comenzar la reconstrucción de nuestros paises a partir de ideales elevados y verdaderos que nos lleven a ser naciones libres de cadenas y de mandatos foráneos.
Debemos recuperar la soberanía de nuestros pueblos, la capacidad de tomar nuestras propias decisiones más allá de los intereses económicos de estas empresas que, hoy por hoy, cuentan con nuestras naciones y a cada uno de sus ciudadanos en sus inventarios.
Si es preciso, debemos tomar las plazas y las calles, ejercer la desobediencia civil ante las imposiciones de estos gerentes de pueblos. Echarlos de una buena vez sin que nos corran, como suelen hacerlo, con el cuento de la democracia y las instituciones que ellos mismos han adaptado a su convenciencia.
Es preciso recordar, como nunca antes, que nuestros paises llevan siglos de ser utilizados como fábricas de esclavos y que solo a través de la resistencia y la lucha fue que nuestros próceres han logrado ya una vez romper nuestras cadenas.
Ayer fueron las monarquías colonialistas e imperialistas, hoy son los grandes capitales quienes pretenden gobernar sobre nuestros pueblos. Una vez América Latina comenzó la carrera hacia la independencia. Llegó la hora de poner fin a la lucha que tanta sangre y tantos mártires nos costó. Llegó la hora de ser verdaderamente paises libres y capaces de tomar nuestras propias decisiones y de echar a la basura los capitales que nos roban la comida como plagas.
Ya hemos dicho "basta" muchas veces. Es tiempo de salir y hacer.
diciembre 05, 2013
Un Dorian Gray de cartulina
Macho como no se ha cantado nunca en milongas o tangos. Masculino y delicado en exactas proporciones. Eterno enamorado del amor y ganador invicto con las mujeres. Amante irresistible, de los que rompen familias para siempre. El preferido por las jovencitas que buscan experiencia y de las divorciadas que buscan trofeos.
Hombre cultivado, de modales exquisitos, gestos refinados, con ese toque exacto de sensibilidad femenina ─no "maricón"─ para las maduras; joven y alegre, de fresca elegancia y con la broma fina y divertida para las muchachitas de buena familia; irreverente y con medida desprolijidad para las más reas.
De voz masculina y serena que conmueve, serena, excita o protege de acuerdo a la ocasión y la necesidad. Conocedor de poesías para enamorar viejas o de frases sucias que vuelvan locas a sus amantes divorciadas.
Conquistador irresistible con la empleada de la farmacia que le vende el gel para el pelo o la cajera del supermercado a la que le hace el favor de coquetearle para hacerla sentir bonita.
Hombre de pelo en pecho hasta que la moda impuso lo contrario.
Anoche (hoy) regresó a dormir con el sol en la nuca, borracho de invitar tragos a alumnas del CBC en el pub de la facultad.
Poco antes del mediodía enfrenta la resaca de abrir los ojos cuando escucha la voz que lo despierta para saber:
─¡Luisito! ¿Dónde me dejaste la crema antiarrugas anoche?
─¡No sé, mamá, dejame dormir!
─¡Yo no sé por qué no se compra la suya! ─dice la pobre anciana. ─¿Con qué plata se va a comprar la crema este vago? ─murmura mientras vuelve a revolver el mueblecito blanco del baño.
noviembre 27, 2013
Palmares (fragmento)
En Palmares ocurre que los muertos no se van al Cielo de los Cristianos ni pasan a otra dimensión ni nada que se parezca: los muertos se quedan, permanecen en la tierra y todos los que han nacido en Palmares pueden verlos como a cualquier hombre o animal que siga vivo, y pueden tratar con ellos con normalidad y ocurre a veces que los muertos llegan a convertirse en grandes maestros, líderes y hasta comerciantes de bienes que no pueden obtener los vivos salvo a través del intercambio con los muertos.
No saben esto los vivos de las colonias aunque entre los negros y los esclavos se sabe y se tiene como algo natural.
─No mueren, los que han escapado a Palmares son inmortales─ cuentan los negros de las plantaciones de Pernambuco mientras organizan su huida a la selva.
Domingo Jorge Velho, bandeirante que puso fin a la resistencia de los quilombolas, lo supo una noche a principios de 1696 cuando descubrió entre la última resistencia al mismísimo Zumbi, llevando sobre sus hombros la misma cabeza que algunos meses antes el bandeirante había paseado clavada en una pica a modo de ejemplo para los demás negros.
noviembre 15, 2013
No pasó nada
Hagamos de cuenta que acá no pasó nada. Después hagamos de cuenta que allá no pasó nada.
Con un poco de paciencia no habrá pasado nada ni acá ni allá.
No pasó nada en Vietnam, ni en Haití, ni en Afganistán, ni en Nicaragua, ni en Irak, ni en Chile, ni en...
Hagamos de cuenta que acá nunca pasó nada.
Nadie vino nunca a invadir, ni se llevó nada de ningún lugar, ni bombardeó nunca un país para apropiarse de sus riquezas, ni derrocó nunca un gobierno democrático solo porque no quería a sus empresas haciendo esos que las empresas siempre hacen.
Vamos a olvidarnos de todo. Que acá no pasó nada.
Pero eso sí: que no siga pasando.
Hagamos de cuenta que acá no pasó nada. Después hagamos de cuenta que allá no pasó nada.
Con un poco de paciencia no habrá pasado nada ni acá ni allá.
No pasó nada en Vietnam, ni en Haití, ni en Afganistán, ni en Nicaragua, ni en Irak, ni en Chile, ni en...
Hagamos de cuenta que acá nunca pasó nada.
Nadie vino nunca a invadir, ni se llevó nada de ningún lugar, ni bombardeó nunca un país para apropiarse de sus riquezas, ni derrocó nunca un gobierno democrático solo porque no quería a sus empresas haciendo esos que las empresas siempre hacen.
Vamos a olvidarnos de todo. Que acá no pasó nada.
Pero eso sí: que no siga pasando.
noviembre 09, 2013
Buenos días
Se despierta con un solo ojo, deja cinco minutos más de sueño al otro. Tiene ese encanto, esa media sonrisa de recién despertarse. Esa forma felina de estirarse despacio hacia mi, ese acercarse refregándose como gata que espera le acaricien la espalda.
Alguno va a odiarme por esto, pero hace que la alarma puesta media hora antes de la hora de levantarse sea más música que la novena de Beethoven.
Se despierta con un solo ojo, deja cinco minutos más de sueño al otro. Tiene ese encanto, esa media sonrisa de recién despertarse. Esa forma felina de estirarse despacio hacia mi, ese acercarse refregándose como gata que espera le acaricien la espalda.
Alguno va a odiarme por esto, pero hace que la alarma puesta media hora antes de la hora de levantarse sea más música que la novena de Beethoven.
noviembre 06, 2013
El Nogal del abuelo
Pienso en aquello de "plantar un árbol". Pienso en las tradiciones que vienen de no sabemos cuándo que decían que en los árboles viven los espíritus de los ancestros.
Se dice del hijo y del libro que son formas de inmortalidad, pequeños consuelos.
¿Será el árbol que plantamos nuestra casa en el más allá? Por las dudas, cada tanto me acerco al nogal del abuelo y le cuento cosas, le pido ayuda, o simplemente le ando cerca como haciéndonos compañía. Y pienso, cada tanto, en qué árbol me gustaría vivir.
I'worry
Pongo la pava en el fuego y Julio Sosa me pregunta "¿Quién fue el raro bicho que te ha dicho, che pebete, que pasó el tiempo del firulete?". Mi abuelo escuchaba a Julio y de él heredé algunos discos viejos con sus temas más clásicos.
Al atardecer él se metía en un pequeño taller que se había armado en el fondo de la casa y allí corríamos mi primo y yo a meter las narices ─cosa que mi abuelo odiaba pero a sus nietos nos lo permitía sin chistar─ y los tangos sonaban sin imaginarse que dos décadas después seguirían cantando en otro lugar, en otra casa, y en una computadora que esos años ni siquiera imaginaban.
Mi abuelo me dejó, entre otras cosas que no se tocan, la música: D'Arienzo, Julio Sosa... Cosas que eran partes de él y, cada vez que alguno de ellos canta, el familiar espectro se acerca, se queda sentado a mi lado escuchando y soñando, tal vez, con un mate que ya no puede sostener.
Así la familia continúa, así viven los que ya no tienen vida.
Entonces pienso en los nietos modernos. Los abuelos ya no escuchan radio, ni discos. Hoy los nietos llegan y en televisores a todo color y en HD un periodista que deshonra la profesión se pelea con una conductora de un metro noventa que la tiene más larga que él.
Dentro de dos o tres décadas los nietos modernos no tendrán de sus abuelos más que un montón de fotos digitales que tendrán la insolencia de ni siquiera ponerse amarillas. Cada generación va dejando menos: menos música, menos libros, menos todo. Nos estamos yendo irremediablemente, para siempre, y sin dejar un ventana mínima por la que asomarnos a compartir un mate y una canción con nuestros nietos.
octubre 19, 2013
Bogotá
Un morro, la ladera de un cerro cubierta de verde, una autopista a lo lejos, una fila de techitos iguales. De todos los lugares llegan voces que hablan y todos los paisajes nos dicen cosas cuando uno sabe escuchar. Y aunque casi siempre me traigas hermosas palabras de amor, a veces escucho tu voz como un lamento, como una elegía a lo que pudo ser y no fue. A veces me cuentas mis errores, o mis ausencias; a veces me das consuelo, me ayudas a dormir feliz.
Otras, solo me torturas el alma dicéndome "despierta, que aquí te está esperando ella".
Un morro, la ladera de un cerro cubierta de verde, una autopista a lo lejos, una fila de techitos iguales. De todos los lugares llegan voces que hablan y todos los paisajes nos dicen cosas cuando uno sabe escuchar. Y aunque casi siempre me traigas hermosas palabras de amor, a veces escucho tu voz como un lamento, como una elegía a lo que pudo ser y no fue. A veces me cuentas mis errores, o mis ausencias; a veces me das consuelo, me ayudas a dormir feliz.
Otras, solo me torturas el alma dicéndome "despierta, que aquí te está esperando ella".
Una gillette en el tobogán.*
Cuando era chico, los juegos de la plaza no era común que estuvieran en el patio de una casa. Salvo alguna hamaca medio artesanal, a lo "hágalo usted mismo" pero no más que eso.
Sin embargo, en los últimos años han proliferado las grandes jugueterías que ofrecen, embalados y listos para armar, este tipo de juegos. En su propio patio, su propia plaza.
¿Pública? No, privada. Estos juegos son para armar y disfrutarlos entre las mismas paredes que vivimos encerrados.
Es lógico, los parques públicos ya no son seguros.
Como tampoco son seguras o buenas o de calidad las escuelas públicas, ni los hospitales públicos o ningún espacio que pueda definirse de esta manera. Lo público, lo de todos, ha quedado en el recuerdo. Lo seguro, lo saludable, lo bonito, es lo privado, lo mio, no lo nuestro.
¿Cuántas empresas que fabrican estos juguetes han rezado por años para que los parques públicos ya no sean seguros? ¿Cuántas empresas, en general, de todos los rubros, han estado rezando a Dios ─es decir, financiando a nuestros gobiernos─ para que lo público, lo nuestro, ya no sea ni tan seguro ni tan sano ni tan lindo como lo privado, lo mío.
Quizás llevamos décadas desde que un director general o gerente de ventas descubrió que lo público, lo de todos, es riqueza de nadie pero lo privado era el negocio de quien pudiera comprar gobiernos y comenzó a convertir países enteros en sectores privados.
*El título pertence al primer CD del grupo argentino "Autofagia".
octubre 04, 2013
De Galeano a Chevrón, pasaje de ida y vuelta.
Si hay un intelectual al que hayan convertido en bandera en estas últimas décadas ese es Eduardo Galeano.
Bastión de los gobiernos populistas de América Latina, Galeano definió las políticas y los discursos pro Latinoamérica de los últimos años.
Todos los jóvenes que apoyan estos gobiernos lo leen como si de un profeta se tratara. Y tiene sentido.
Lo que no tiene sentido es que aquellos que hayan leído sus libros sean, hoy por hoy, en Argentina, "nacionales y populares".
En 1998 Galeano publica "Patas arriba", un resumen del mundo moderno, corrupto y criminal en un tono irónico, como si se tratara del programa educativo de una escuela para triunfar en este mundo.
En ese libro Galeano dedica todo un capítulo entero a la impunidad de las grandes corporaciones culpables de crímenes de lesa humanidad.
El capítulo de los "modelos a estudiar" está dedicado casi en su totalidad a una empresa: Chevrón.
Allí se nos cuenta sobre los fusilamientos y ahorcamientos de la dictadura nigeriana a mediados de los '90 y cómo el mismo dictador explicaba estos hechos afirmando que la empresa Chevrón así se lo exigía a cambio de invertir en su país: debían asegurar la estabilidad de la empresa y exterminar a todo aquel que denunciara el envenenamiento del medio ambiente ya que eso afectaba negativamente la imágen de la empresa.
Y el gobierno de Nigeria, cumplió. Como los gobiernos de otros 23 países en los que Chevrón tenía el derecho de apropiarse, como mínimo, del 25% del petróleo extraído sin pagar por él.
Cóbrese a nombre de Platón.
Un avión en Tailandia, un aterrizaje forzoso, los pasajeros dicen haber sido rescatados por una mujer vestida como típica tailandesa que desaparece sin dejar rastros.
Una nota corta sobre el misterioso episodio.
Un montón de cristianos comentando maravillas de la Virgen María.
Esto pasó hace varios siglos en México. Los mayas no dejaban de adorar a su Diosa creadora sin importar el esfuerzo que hicieran los cristianos por hacerlos entrar en razón. Entonces el Vaticano la vistió diferente, le cambió el nombre y la convirtió en la Virgen de Guadalupe.
Lo gracioso (déjeme ser optimista) es ver a tanto Cristiano superado adorando a una mujer que vino de Venus y se convirtió en la madre fundadora de los pueblos meso americanos, muchos miles de años antes de que, en la otra punta del mundo, una virgen (literalmente "mujer soltera, que no ha tenido contacto con hombre", ya que la virginidad debía perderse en la noche de bodas) pariera un niño.
septiembre 30, 2013
Veía desde el balcón su pueblo entero
llorando, gritando, pidiendo
en las calles
limosnas, derechos, justicia.
Había comprado un médico.
Había pagado una década de maestros para sus hijos.
Había comprado un auto, un perro y, por supuesto, ese departamento con balcón.
Los compró porque era joven y su padre le había dicho, enseñado, impuesto...
no sabía de las otras vidas pero desde el balcón las fue descubriendo
una por una, tarde a tarde, noche a noche
cuando las cosas que trepaban hasta su ventana comenzaron a no dejarlo dormir.
Al principio solo veía todo aquel mundo a sus pies como quien asiste a un circo o al teatro.
Hasta que una mañana pasó por debajo suyo un viejo amigo de la infancia buscando trabajo.
Otra tarde un pariente que hacía años no veía pasó cabizbajo, con papeles de hospitales públicos en la mano.
Un día pasó su suegra buscando un abogado que hiciera que el cretino del marido pagara por aquella zorra de la oficina.
De a poco fue construyendo ─sin notarlo, sin quererlo─ una escalera entre el mundo de abajo y su mundo de arriba.
Un día subió por la escalera un telegrama.
Entonces vio desde abajo aquel balcón que no pudo terminar de pagar.
Un otro lo vio pasar buscando trabajo,
vio a su mujer buscando un abogado que terminara aquel hogar que se había vuelto gris,
vio a sus chicos volviendo de una escuela pública,
vio a su perro rascarse las pulgas.
Pasó el resto de su vida tratando de recordar cómo es que había fabricado esa escalera.
Pero en el fondo sabía, había aprendido, que todo lo que sube baja
y que jamás sucede al revés.
llorando, gritando, pidiendo
en las calles
limosnas, derechos, justicia.
Había comprado un médico.
Había pagado una década de maestros para sus hijos.
Había comprado un auto, un perro y, por supuesto, ese departamento con balcón.
Los compró porque era joven y su padre le había dicho, enseñado, impuesto...
no sabía de las otras vidas pero desde el balcón las fue descubriendo
una por una, tarde a tarde, noche a noche
cuando las cosas que trepaban hasta su ventana comenzaron a no dejarlo dormir.
Al principio solo veía todo aquel mundo a sus pies como quien asiste a un circo o al teatro.
Hasta que una mañana pasó por debajo suyo un viejo amigo de la infancia buscando trabajo.
Otra tarde un pariente que hacía años no veía pasó cabizbajo, con papeles de hospitales públicos en la mano.
Un día pasó su suegra buscando un abogado que hiciera que el cretino del marido pagara por aquella zorra de la oficina.
De a poco fue construyendo ─sin notarlo, sin quererlo─ una escalera entre el mundo de abajo y su mundo de arriba.
Un día subió por la escalera un telegrama.
Entonces vio desde abajo aquel balcón que no pudo terminar de pagar.
Un otro lo vio pasar buscando trabajo,
vio a su mujer buscando un abogado que terminara aquel hogar que se había vuelto gris,
vio a sus chicos volviendo de una escuela pública,
vio a su perro rascarse las pulgas.
Pasó el resto de su vida tratando de recordar cómo es que había fabricado esa escalera.
Pero en el fondo sabía, había aprendido, que todo lo que sube baja
y que jamás sucede al revés.
septiembre 28, 2013
Un día cualquiera un hombre quiso tener algo que pertenecía a otro hombre. Sabía que no debía, pero el deseo creció dentro suyo y lo devoró de a poco hasta que al fin se decidió y lo tomó.
Al principio se escondió, avergonzado de su acto tan vil. Con el tiempo descubrió que nadie lo buscaba, nadie condenaba su robo. Entonces volvió a robar.
Otro hombre, que también anhelaba algo que tenía su hermano, viendo que nadie lo castigaría por tomar lo ajeno, también robó.
Y luego otro, y otro, y otro. Pronto, cientos de personas robaban y ya nadie preguntaba si aquello estaría bien o mal. Solo lo hacían. Era más fácil que pedir las cosas y más aún, que ganarlas.
Un día eran miles los que robaban sin pudor y ya casi no conocían otra forma de conseguir lo que querían.
Y nadie hacía nada, nadie los castigaba. Apenas unos pocos cobardes que no tenían el valor de adueñarse de lo ajeno condenaban en voz alta aquella costumbre. Pero no pasaba de ahí.
Un día la gente descubrió con sorpresa que robar era la norma y trabajar, la excepción. Y que quienes robaban triunfaban en la vida más de lo que alguna vez se pensó que podía triunfarse. Incluso, ¡si hasta llegaban a ser poderosos hombres que mandaban y tomaban decisiones!
Y entre los que no robaban se miraron y se dijeron "ya es tarde, ya han vencido". Y se dejaron gobernar esperando, un día, poder al menos robar ellos lo suficiente para vivir.
Es el síndrome del fumador. Nadie mejor que el fumador sabe cuánto daña el cigarrillo (todas esas fotos y leyendas en los atados son cuentos infantiles comparadas con lo que nosotros sabemos por dentro).
Europa fuma Monarquías. Latinaoamérica fuma Gobiernos Corruptos. Estas dos "marquillas" han destruído más vidas que todo el tabaco junto.
Al igual que el fumador cuando dice (como un estúpido) "de algo hay que morir, yo al menos elijo de qué", de un lado y del otro del Océano Atlántico nos autoconvecemos de estar elijiendo nuestro destino.
Aunque solo estemos dejandonos morir solo para no hacer el esfuerzo de curarnos.
Pero ya saben cómo es esto: es fácil decir "el cigarrillo me está matando" mientras encendemos otro cigarrillo.
septiembre 26, 2013
Gratitud
La porquería literaria, esa basura de todos los días que nunca falla. Raramente se me ocurren cosas interesantes que escribir, en cambio esa basura, esos poemas que nunca mostraré a nadie, esos cuentos que ni yo leería...
Esa porquería que siempre sale fácil (no como esas obras maestras que casi nunca aparecen) está en cada verso que han leído, en cada línea escrita que les ha gustado.
Uno no debe ser así, como muchos, ingrato con esa basura. Cuando no hay nada que dispare un buen poema, un buen cuento, ella está ahí, siempre, como la mujer que le ceba mate en la cama a uno cuando anda deprimido o enfermo, o como la mujer que te dice "ya llegará" cuando uno quiere bajar los brazos.
¿Cuántas mañanas hemos perdido buscando un gran poema que contar y, sin embargo, solo ella, esa basura, acudió a calmar nuestra ansiedad, a consolar nuestra mediocridad solo para dejarnos creer que la disciplina servirá de algo?
A esa mujer que acompaña, alienta, sostiene, uno la ama. Entonces, ¿por qué seguimos despreciando esos textos horribles, inleíbles, que siempre están ahí logrando el milagro de que uno siga intentándolo, siga luchando cada verso, cada renglón a pesar de todo?
La ingratitud, sabemos, es un detalle poco agradable y, después de todo, la literatura no tiene la culpa de nuestro poco talento.
No tengamos miedo a la basura literaria, no encontraremos nada más leal en la vida.
La porquería literaria, esa basura de todos los días que nunca falla. Raramente se me ocurren cosas interesantes que escribir, en cambio esa basura, esos poemas que nunca mostraré a nadie, esos cuentos que ni yo leería...
Esa porquería que siempre sale fácil (no como esas obras maestras que casi nunca aparecen) está en cada verso que han leído, en cada línea escrita que les ha gustado.
Uno no debe ser así, como muchos, ingrato con esa basura. Cuando no hay nada que dispare un buen poema, un buen cuento, ella está ahí, siempre, como la mujer que le ceba mate en la cama a uno cuando anda deprimido o enfermo, o como la mujer que te dice "ya llegará" cuando uno quiere bajar los brazos.
¿Cuántas mañanas hemos perdido buscando un gran poema que contar y, sin embargo, solo ella, esa basura, acudió a calmar nuestra ansiedad, a consolar nuestra mediocridad solo para dejarnos creer que la disciplina servirá de algo?
A esa mujer que acompaña, alienta, sostiene, uno la ama. Entonces, ¿por qué seguimos despreciando esos textos horribles, inleíbles, que siempre están ahí logrando el milagro de que uno siga intentándolo, siga luchando cada verso, cada renglón a pesar de todo?
La ingratitud, sabemos, es un detalle poco agradable y, después de todo, la literatura no tiene la culpa de nuestro poco talento.
No tengamos miedo a la basura literaria, no encontraremos nada más leal en la vida.
septiembre 23, 2013
Variaciones sobre un mismo tema (tema I)
Primera variación:
Los escalones crujieron de a uno a la vez, con una pausa entre uno y otro, como si necesitaran ese segundo para respirar; entonces el hombre levantaba el otro pie y lo apoyaba sobre el siguiente escalón. Lentamente, tratando de hacer el menor ruido posible. Ese segundo le permitía apreciar como nunca antes los vitrales en la pared a la altura del descanso: grandes ángeles, de largas alas en punta, cortaban con espadas de fuego la cabeza de los caídos.Dios observaba, sin tomar parte, desde una nube muy por encima de los que luchaban.
─Así es la vida ─ pensó ─ Dios arriba, lejos, disfrutando de nuestros dolores y nuestras luchas.
El ruido de un trueno lo devolvió a la realidad. Levantó el otro pie y notó que la madera del descanso de la escalera no crujía.
─Buena señal─pensó.
Pero ni bien apoyó un pie en el primer escalón del último tramo el crujido volvió, con la fuerza del contraste con el silencio que lo precedió.
El hombre renegó de su pensamiento anterior.
─Si así tiene que ser, que así sea.
Decidido como estaba a vengarse aspiró con fuerza, como si él también necesitara ese segundo para respirar, y completó los últimos peldaños ya sin preocuparse por el ruido.
En la habitación ─que había sido su habitación─ la encontró, como esperaba, en los brazos desnudos de se hombre que un mes antes lo había quitado del medio con tres disparos.
Segunda variación:
La niña, con sus ojos claros y su ropa sucia de tierra, señaló desde el estrado al hombre que la había asesinado.
Tercera variación:
─¡Abuelo! ─gritaron los dos niños contentos por la visita.
Desde la cocina la madre echó una mirada de disgusto sin decir nada, tratando de aguantar aquello.
El abuelo los abrazo y les revolvió un poco el pelo mientras les preguntaba cosas de la escuela y de cómo estaban pasando el fin de semana largo. Después los soltó y comenzó a enseñarle juegos nuevos que pronto los chicos entendieron y comenzaron a jugar.
Pasado un rato, la madre apareció en la sala y envió los chicos afuera a que fueran a jugar al sol que tenía que hablar con el abuelo.
─Te pedí que no volvieras, papá ─ comenzó la madre ─. A todos nos gustaría que las cosas no fueran como son y ya bastante difícil fue explicarle a los chicos lo del accidente. ¿Sabés lo que es tener que explicar en la escuela que los chicos no hablan en serio cuando dicen que estuvieron jugando contigo? Ya estoy harta de inventar excusas, que ellos creen que todavía estás con nosotros, que son chicos y que no entienden que los muertos se van para siempre. ¿Sabés que me preguntaron anoche mientras los acostaba? Querían que les cuente cómo hacés para bajar del cielo y llegar hasta acá y si alguna vez vas a llevarlos con vos con cuando te vayas.
Cuarta variación:
Con el último aliento llegó hasta los pies de la cama que su viuda compartía con su amante. Y allí cayeron sus huesos como una maldición.
Primera variación:
Los escalones crujieron de a uno a la vez, con una pausa entre uno y otro, como si necesitaran ese segundo para respirar; entonces el hombre levantaba el otro pie y lo apoyaba sobre el siguiente escalón. Lentamente, tratando de hacer el menor ruido posible. Ese segundo le permitía apreciar como nunca antes los vitrales en la pared a la altura del descanso: grandes ángeles, de largas alas en punta, cortaban con espadas de fuego la cabeza de los caídos.Dios observaba, sin tomar parte, desde una nube muy por encima de los que luchaban.
─Así es la vida ─ pensó ─ Dios arriba, lejos, disfrutando de nuestros dolores y nuestras luchas.
El ruido de un trueno lo devolvió a la realidad. Levantó el otro pie y notó que la madera del descanso de la escalera no crujía.
─Buena señal─pensó.
Pero ni bien apoyó un pie en el primer escalón del último tramo el crujido volvió, con la fuerza del contraste con el silencio que lo precedió.
El hombre renegó de su pensamiento anterior.
─Si así tiene que ser, que así sea.
Decidido como estaba a vengarse aspiró con fuerza, como si él también necesitara ese segundo para respirar, y completó los últimos peldaños ya sin preocuparse por el ruido.
En la habitación ─que había sido su habitación─ la encontró, como esperaba, en los brazos desnudos de se hombre que un mes antes lo había quitado del medio con tres disparos.
Segunda variación:
La niña, con sus ojos claros y su ropa sucia de tierra, señaló desde el estrado al hombre que la había asesinado.
Tercera variación:
─¡Abuelo! ─gritaron los dos niños contentos por la visita.
Desde la cocina la madre echó una mirada de disgusto sin decir nada, tratando de aguantar aquello.
El abuelo los abrazo y les revolvió un poco el pelo mientras les preguntaba cosas de la escuela y de cómo estaban pasando el fin de semana largo. Después los soltó y comenzó a enseñarle juegos nuevos que pronto los chicos entendieron y comenzaron a jugar.
Pasado un rato, la madre apareció en la sala y envió los chicos afuera a que fueran a jugar al sol que tenía que hablar con el abuelo.
─Te pedí que no volvieras, papá ─ comenzó la madre ─. A todos nos gustaría que las cosas no fueran como son y ya bastante difícil fue explicarle a los chicos lo del accidente. ¿Sabés lo que es tener que explicar en la escuela que los chicos no hablan en serio cuando dicen que estuvieron jugando contigo? Ya estoy harta de inventar excusas, que ellos creen que todavía estás con nosotros, que son chicos y que no entienden que los muertos se van para siempre. ¿Sabés que me preguntaron anoche mientras los acostaba? Querían que les cuente cómo hacés para bajar del cielo y llegar hasta acá y si alguna vez vas a llevarlos con vos con cuando te vayas.
Cuarta variación:
Con el último aliento llegó hasta los pies de la cama que su viuda compartía con su amante. Y allí cayeron sus huesos como una maldición.
septiembre 18, 2013
Piratería S.A.
Algunos artistas creen que las leyes que dicen proteger a los artistas protegen, en realidad, al intermediario. A esa clase de aves carroñeras que ni escriben ni leen, ni componen ni escuchan, ni pintan ni visitan los museos: solo ganan, ganan, y siguen ganando.
El escritor peruano Rodolfo Arbuena era uno de ellos.
─Yo pago para editar un libro, el lector paga por leerlo, pero el editor cobra por editarlo y cobra por venderlo─ solía decir.
Durante toda su vida luchó por la (mal) llamada "piratería"; no en contra, si no a favor de la piratería.
A tal punto que de sus últimos libros editó un solo ejemplar, con una leyenda que decía:
"Cópielo, de cualquier modo que le sea posible, a mano o por algún medio técnico; préstelo, déjelo olvidado dónde sea que otro pueda encontrarlo. Pero por favor, no haga nada con este libro que evite que otros puedan leerlo."
Algunos artistas creen que las leyes que dicen proteger a los artistas protegen, en realidad, al intermediario. A esa clase de aves carroñeras que ni escriben ni leen, ni componen ni escuchan, ni pintan ni visitan los museos: solo ganan, ganan, y siguen ganando.
El escritor peruano Rodolfo Arbuena era uno de ellos.
─Yo pago para editar un libro, el lector paga por leerlo, pero el editor cobra por editarlo y cobra por venderlo─ solía decir.
Durante toda su vida luchó por la (mal) llamada "piratería"; no en contra, si no a favor de la piratería.
A tal punto que de sus últimos libros editó un solo ejemplar, con una leyenda que decía:
"Cópielo, de cualquier modo que le sea posible, a mano o por algún medio técnico; préstelo, déjelo olvidado dónde sea que otro pueda encontrarlo. Pero por favor, no haga nada con este libro que evite que otros puedan leerlo."
septiembre 16, 2013
Autoconocimiento
Todo aquello de la belleza interior o que lo importante es lo de adentro le importaba poco y nada. El feo se sabe feo y sabe que eso es una limitación en todos los aspectos de la vida.
Por eso se escondía el monstruo debajo de la cama, para no asustar al niño.
Todo aquello de la belleza interior o que lo importante es lo de adentro le importaba poco y nada. El feo se sabe feo y sabe que eso es una limitación en todos los aspectos de la vida.
Por eso se escondía el monstruo debajo de la cama, para no asustar al niño.
El elevante
El elevante es un animal gris, de patas cortas y gruesas, de orejas grandes en proporción a la cabeza y pequeño.
Habita en el África más salvaje, donde viven los pigmeos. Justamente, estos, debido a su pequeño tamaño, utilizan al elevante como medio de transporte, aunque también lo cazan para provisionarse de comida y cuero para vestir.
Toda la actividad de estos pigmeos gira en torno al elevante. Para ellos, el resto de la fauna es, simplemente, irrelevante.
El elevante es un animal gris, de patas cortas y gruesas, de orejas grandes en proporción a la cabeza y pequeño.
Habita en el África más salvaje, donde viven los pigmeos. Justamente, estos, debido a su pequeño tamaño, utilizan al elevante como medio de transporte, aunque también lo cazan para provisionarse de comida y cuero para vestir.
Toda la actividad de estos pigmeos gira en torno al elevante. Para ellos, el resto de la fauna es, simplemente, irrelevante.
agosto 19, 2013
Futurología:
Presidenciales 2003: primero Menem, segundo un menemista. El menemismo se baja para evitar la derrota en segunda vuelta. Gana un menemista.
Presidenciales 2015: primero el candidato del kirchnerismo, segundo un Kirchnerista. El kirchnerismo se baja para evitar la derrota en la segunda vuelta. Gana un kirchnerista.
Presidenciales 2023: primero el candidato del massismo, segundo un massista. El massismo se baja para evitar la derrota en la segunda vuelta. Gana un massista.
Y así hasta que nos invadan los ETs por pelotudos.
*Menem fundó el menemismo.
**Kirchner fue menemista hasta que fundó el Kirchnerismo.
***Massa fue menemista hasta que se hizo kirchnerista hasta que fundó el massismo.
Presidenciales 2003: primero Menem, segundo un menemista. El menemismo se baja para evitar la derrota en segunda vuelta. Gana un menemista.
Presidenciales 2015: primero el candidato del kirchnerismo, segundo un Kirchnerista. El kirchnerismo se baja para evitar la derrota en la segunda vuelta. Gana un kirchnerista.
Presidenciales 2023: primero el candidato del massismo, segundo un massista. El massismo se baja para evitar la derrota en la segunda vuelta. Gana un massista.
Y así hasta que nos invadan los ETs por pelotudos.
*Menem fundó el menemismo.
**Kirchner fue menemista hasta que fundó el Kirchnerismo.
***Massa fue menemista hasta que se hizo kirchnerista hasta que fundó el massismo.
agosto 14, 2013
Ventajas y desventajas del personalismo político
Desde el 83 hasta hoy, la Argentina ha sido gobernada por nombres y apellidos más que por partidos. La hiper inflación fue de Alfonsín; la fiesta neo liberal fue de Menem; el que se fue en helicóptero fue De La Rúa; el que iba y venía con bolsos de guita fue Néstor; la dictadora y loca empastillada es Cristina.
Nunca hubo un gobiernos radical, peronistas, o socialistas o algo que se le parezca al trabajo de todo un grupo de funcionarios.
Por eso cuando debieron irse todos, se fue uno. Y todos se quedaron, con diferente bandera, diferentes principios, diferente ideología.
A fines de los '90 la fiesta divertía cada vez a menos gente y las denuncias de corrupción llovían mientras el "Carlo" jugaba al golf, paseaba en Ferrari o soñaba con llegar a la luna. Entonces el apellido de Carlos Saúl se convirtió en mufa y todos empezamos a tocarnos el testículo izquierdo cada vez que se lo nombraba. Más rápido que las naves que deliraba el Carlo se avivaron los menemistas de que la joda se terminaba pero que todo, en la patria de los caudillos, era culpa de Menem.
Duhalde, gobernador menemista, se lo sacudió de encima al innombrable y fundó el menemismo sin Menem. Y sobrevivió al gastado menemismo.
Pero el fundador de la traición al menemismo traía la mochila llena de coca y pronto los aspirantes al poder entendieron que Duhalde era una carga demasiado pesada. Y Néstor, más rápido que todos aquellos juntos, se lo sacudió de encima y se convirtió en el menemismo que se había sacado de encima a Menem para ser duhaldismo que se sacaba de encima a Duhalde.
El país siguió. Pasaron algunos años de gente diciendo que no había que volver a ser lo que habían sido casi todos.
También el miedo pasó. El miedo a que la gente volviera a tomar las calles se fue con un patético 30 y pico en una elección legislativa (para Néstor, que nunca había ganado una elección nacional, eso era el éxito).
Néstor ya no necesitó a Lavagna ni a los que habían recuperado el país y trajo del sur a sus antiguos compañeros de saquear y vaciar territorios enteros.
Corría el 2005 y ya aparecían causas por corrupción. Ya para el 2010 fue mejor morirse que explicar la fortuna. Sí, el pingüino ya pesaba demasiado y Cristina, que venía del menemismo sin Menem y el duhaldismo sin Duhalde, inventaba el Kirchnerismo sin Kirchner para demostrarnos lo bien y mucho que podrían aprender los peronistas si alguno alguna vez fuera a la escuela.
De todos modos, esto ya era el feudalismo. El tecito envenenado de un Papa es una broma infantil al lado de lo que son capaces de hacer estos tipos y tipas por quedarse diez años más en el gobierno.
Claro que tiene sus desventajas. Si el menemismo sobrevivió sin Menem y el Duhaldismo sobrevivió sin Duhalde y el Kirchnerismo sobrevivió sin Néstor entonces, ¿a quién tendrán que sacudirse los Cristinistas para sobrevivir?
Hubo algunos pioneros (Alberto Fernandez, Felipe Solá, De La Sota, y otros genios de la democracia) pero fue el que Massa voló, atravesó la estratosfera y volvió antes que la Señora se diera cuenta que el que a hierro mata a hierro muere.
Y un día de 2013, Massa, menemista que se sacudió a Menem, Duhaldista que se sacudió a Duhalde, Kirchnerista que se sacudió a Kirchner (tomo airey sigo) se convirtió en el Cristinismo que se sacudió a Cristina.
Desde el 83 hasta hoy, la Argentina ha sido gobernada por nombres y apellidos más que por partidos. La hiper inflación fue de Alfonsín; la fiesta neo liberal fue de Menem; el que se fue en helicóptero fue De La Rúa; el que iba y venía con bolsos de guita fue Néstor; la dictadora y loca empastillada es Cristina.
Nunca hubo un gobiernos radical, peronistas, o socialistas o algo que se le parezca al trabajo de todo un grupo de funcionarios.
Por eso cuando debieron irse todos, se fue uno. Y todos se quedaron, con diferente bandera, diferentes principios, diferente ideología.
A fines de los '90 la fiesta divertía cada vez a menos gente y las denuncias de corrupción llovían mientras el "Carlo" jugaba al golf, paseaba en Ferrari o soñaba con llegar a la luna. Entonces el apellido de Carlos Saúl se convirtió en mufa y todos empezamos a tocarnos el testículo izquierdo cada vez que se lo nombraba. Más rápido que las naves que deliraba el Carlo se avivaron los menemistas de que la joda se terminaba pero que todo, en la patria de los caudillos, era culpa de Menem.
Duhalde, gobernador menemista, se lo sacudió de encima al innombrable y fundó el menemismo sin Menem. Y sobrevivió al gastado menemismo.
Pero el fundador de la traición al menemismo traía la mochila llena de coca y pronto los aspirantes al poder entendieron que Duhalde era una carga demasiado pesada. Y Néstor, más rápido que todos aquellos juntos, se lo sacudió de encima y se convirtió en el menemismo que se había sacado de encima a Menem para ser duhaldismo que se sacaba de encima a Duhalde.
El país siguió. Pasaron algunos años de gente diciendo que no había que volver a ser lo que habían sido casi todos.
También el miedo pasó. El miedo a que la gente volviera a tomar las calles se fue con un patético 30 y pico en una elección legislativa (para Néstor, que nunca había ganado una elección nacional, eso era el éxito).
Néstor ya no necesitó a Lavagna ni a los que habían recuperado el país y trajo del sur a sus antiguos compañeros de saquear y vaciar territorios enteros.
Corría el 2005 y ya aparecían causas por corrupción. Ya para el 2010 fue mejor morirse que explicar la fortuna. Sí, el pingüino ya pesaba demasiado y Cristina, que venía del menemismo sin Menem y el duhaldismo sin Duhalde, inventaba el Kirchnerismo sin Kirchner para demostrarnos lo bien y mucho que podrían aprender los peronistas si alguno alguna vez fuera a la escuela.
De todos modos, esto ya era el feudalismo. El tecito envenenado de un Papa es una broma infantil al lado de lo que son capaces de hacer estos tipos y tipas por quedarse diez años más en el gobierno.
Claro que tiene sus desventajas. Si el menemismo sobrevivió sin Menem y el Duhaldismo sobrevivió sin Duhalde y el Kirchnerismo sobrevivió sin Néstor entonces, ¿a quién tendrán que sacudirse los Cristinistas para sobrevivir?
Hubo algunos pioneros (Alberto Fernandez, Felipe Solá, De La Sota, y otros genios de la democracia) pero fue el que Massa voló, atravesó la estratosfera y volvió antes que la Señora se diera cuenta que el que a hierro mata a hierro muere.
Y un día de 2013, Massa, menemista que se sacudió a Menem, Duhaldista que se sacudió a Duhalde, Kirchnerista que se sacudió a Kirchner (tomo airey sigo) se convirtió en el Cristinismo que se sacudió a Cristina.
agosto 11, 2013
Ganó el Kirchnerismo. El primer Kirchnerismo: el de las valijas, el de Néstor, el de los negociados, el de los punteros del conurbano, el de las barras bravas en los actos.
El Kirchnerismo en estado puro no perdió, solo se sacudió de encima a la loca que les saca votos cada vez que habla en Cadena Nacional.
Empieza el Kirchnerismo sin Cristina. El Kirchernismo de los que ya vieron lo fácil y mucho que se puede robar en la Argentina. El Kirchnerismo que aprendió de Néstor lo peor del Kirchnerismo.
Néstor los engendró, Cristina los crió. Los cuervos les comieron los ojos.
El Kirchnerismo en estado puro no perdió, solo se sacudió de encima a la loca que les saca votos cada vez que habla en Cadena Nacional.
Empieza el Kirchnerismo sin Cristina. El Kirchernismo de los que ya vieron lo fácil y mucho que se puede robar en la Argentina. El Kirchnerismo que aprendió de Néstor lo peor del Kirchnerismo.
Néstor los engendró, Cristina los crió. Los cuervos les comieron los ojos.
agosto 10, 2013
La lluvia caía en otro tiempo, remoto, de hombres envueltos en pieles, de hombres huyendo de fríos glaciales o moviéndose al ritmo de las grandes manadas. La lluvia, esa lluvia que él miraba desde la ventana de un piso doce, había caído ya en otros lugares, en otros tiempos y era, de un modo que solo repiten la lluvia o el fuego, la misma lluvia que pegaba una piel de tigre al cuerpo de un hombre.
agosto 06, 2013
Todo en ese lugar parecía sacado de alguna película de magos, todos en ese pueblo parecían druidas sobrevivientes de épocas olvidadas. Esto nos resultaba de lo más inspirador para nosotros, los desconocidos autores de horóscopos y necrológicas en el diario de nuestra ciudad.
Por la mañana habíamos encontrado en un oscuro almacén un libro delicadamente encuadernado, de aspecto antiguo, con varias leyendas lugareñas sobre almas en pena, seres fantásticos y muertos que regresaban del más allá.
Por la tarde, después del almuerzo, nos sentamos a leer las historias.
Terminada la cena, nos permitimos extender la sobremesa en el balcón de la cabaña que alquilábamos fumando nuestras pipas bajo las estrellas. Algo nos había fascinado verdaderamente de esas historias porque no podíamos dejar de discutirlas.
Tarde decidimos seguir la charla en nuestra habitación. Con las luces ya apagadas, las dos voces iban y venían de una cama a otra. Luego de una hora, mi amigo se había dormido.
Intenté una broma
─¿Estás muerto?
Una voz, que ya no era la de mi amigo, ni la de ningún ser humano, respondió que sí.
Por la mañana habíamos encontrado en un oscuro almacén un libro delicadamente encuadernado, de aspecto antiguo, con varias leyendas lugareñas sobre almas en pena, seres fantásticos y muertos que regresaban del más allá.
Por la tarde, después del almuerzo, nos sentamos a leer las historias.
Terminada la cena, nos permitimos extender la sobremesa en el balcón de la cabaña que alquilábamos fumando nuestras pipas bajo las estrellas. Algo nos había fascinado verdaderamente de esas historias porque no podíamos dejar de discutirlas.
Tarde decidimos seguir la charla en nuestra habitación. Con las luces ya apagadas, las dos voces iban y venían de una cama a otra. Luego de una hora, mi amigo se había dormido.
Intenté una broma
─¿Estás muerto?
Una voz, que ya no era la de mi amigo, ni la de ningún ser humano, respondió que sí.
agosto 05, 2013
Elecciones 2013
El candidato del oficialismo, Insaurralde, es un intendente K. El candidato por la oposición, Massa, también. Ambos han sido parte de este gobierno. Ambos saben muy bien lo que ha ocurrido durante estos diez años puertas adentro. Ambos lo callan. Uno por lealtad, porque le dieron la candidatura, el otro porque no puede denunciar absolutmaente nada sin que se le pregunte cómo sabía todo eso y nunca antes lo dijo.
En todo caso, los dos candidatos juegan para el oficialismo. Massa divide la oposición todavía más. Le quita votos a los candidatos que (dicen) son la oposición verdadera.
¿Quiénes son esta oposición?
Macri, Jefe de Gobierno de Buenos Aires desde hace 10 años. Otra década ganada. Por el agua, que tapa las calles de Buenos Aires, por los pibes dela calle, que tapan las calles cuando no las tapa el agua. Un "nene de papá" que heredó como del cielo todo lo que tiene. Que lleva de compañero a Sturzeneger, criado en cautiverio en las oficinas de un Banco y que todo el mundo que conoce son los empleados felices de un banco que trabajan hasta las 15 y ganan sueldos del primer mundo. Que lleva de compañero a un rabino
Será por eso que a la clase media no le queda mejor esperanza que De Narvaez. Peronista y trabajador. No como sus propios empleados del Carrefour. Ellos trabajan las horas que se les diga y no pagan ni el alquiler con su sueldo. Mientras el Colorado se llena de proyectos que todavía (ya hace 4 años en diputado) no presentó, sus empelados viven en la precarización absoluta. Los explotan, porque el negocio de tener un hipermercado en toda Sudamérica es que la empresa de ganancias.
Para perder guita está Carrió, que vive aclarándonos que conla política perdió plata. Raro, gana más de 10 veces lo que gana un trabajador, no paga alquiler, vive de viáticos del Estado y poco va a trabajar porque se la pasa en la televisión. Ella, la pobrecita Lilita, la que dice que "nunca quiso un cargo" pero se postula a uno.
Cerquita va el creador de la "125". La Ley más discutida en las últimas décadas en Argentina. Sí, el camaleón Lousteau, que sigue queriendo convencernos de que no era él, era su otro yo el que fue funcionario del Kirchnerismo al que se opone, que lo obligaron a cobrar una fortuna por un cargo que nunca quiso aceptar pero aceptó y que la Ley que tanto buscó que se aprobará hubiera destruido al pais. Y que Moreno es malo.
Economista como Prat gay, ultra derecha, liberalista, pragmático. Compañero de la Donda, zurda hasta la médula, que vimos apedrear la Casa de Tucumán por aquello de Marita Verón. Al borde de Quebracho. Van juntos, la zurdita con olor a gas lacrimógeno y el liberal de camisas italianas y reloj de oro. Todo por el bien del país.
Pareja extraña esa. Como que Pino Solanas, que votó todas las Leyes K vaya con Carrió que denunció todas esas leyes por anticonstitucionales. Ambos por Unen, gran alianza como aquella otra que terminó en la Plaza llena y el helicóptero.
Es que resulta imposible creer que esa alianza dure. Sobre todo porque miembros de ella ya anunciaron que en Octubre se termina mientras que otros dicen que no.
Pero contradecirse es parte de el juego. Si no, veamos a Ricardito, sí, el hijo del Presidente que se murió denunciando a Clarín por intentar voltearlo paseando por todos los canales del Grupo que, además, llevó a Menem y a Kirchner en la presidencia.
Hay más, muchos más. Moyano, el que está y no está, se va o viene, se junta o se pelea de acuerdo a para qui´n son los bolsos llenos de guita que sacan del país. ¿O Moyano nunca vió ninguno de esos bolsos que Néstor y amigos sacaban sin el menor cuidado? No habrá visto nada, porque nunca denuncia nada. Como tampoco habrá visto a la barra brava de Indepiendente, ni la guita que en el gremio se afanan, reparten como cargos.
Hay más, muchos más. Cabandié, el de la canción de Gieco, sí, ese que es capaz de morir de cólera tomando agua del Riachuelo por tener un cargo. Ese que cuando habla no piensa y deja entrever que lo criaron los del otro lado: los que secuestraban y desaparecían si no pensabas igual. Y mucho le han enseñado.
Hay más, muchos más. Todos juntos, por la Patria y por vos. Nunca por ellos, que pierden plata, que tienen que aceptar cargos, que tienen que andar por todos los canales de la tele haciéndose famosos con frases aprendidas de memoria 15 mintuos antes. Nunca porque les duele el poder como un cáncer que nunca los va a matar aunque lo sigan ejerciendo de la peor manera.
Pero, ¿a quién podemos culpar si después de más de tres décadas en Democracia a todos ellos los votó alguien?
No hace falta ser adivino. Ya sé el resultado de las próximas elecciones: mucha, muchísma vergüenza por mi pais. Y por la gente que lo habita.
En todo caso, los dos candidatos juegan para el oficialismo. Massa divide la oposición todavía más. Le quita votos a los candidatos que (dicen) son la oposición verdadera.
¿Quiénes son esta oposición?
Macri, Jefe de Gobierno de Buenos Aires desde hace 10 años. Otra década ganada. Por el agua, que tapa las calles de Buenos Aires, por los pibes dela calle, que tapan las calles cuando no las tapa el agua. Un "nene de papá" que heredó como del cielo todo lo que tiene. Que lleva de compañero a Sturzeneger, criado en cautiverio en las oficinas de un Banco y que todo el mundo que conoce son los empleados felices de un banco que trabajan hasta las 15 y ganan sueldos del primer mundo. Que lleva de compañero a un rabino
Será por eso que a la clase media no le queda mejor esperanza que De Narvaez. Peronista y trabajador. No como sus propios empleados del Carrefour. Ellos trabajan las horas que se les diga y no pagan ni el alquiler con su sueldo. Mientras el Colorado se llena de proyectos que todavía (ya hace 4 años en diputado) no presentó, sus empelados viven en la precarización absoluta. Los explotan, porque el negocio de tener un hipermercado en toda Sudamérica es que la empresa de ganancias.
Para perder guita está Carrió, que vive aclarándonos que conla política perdió plata. Raro, gana más de 10 veces lo que gana un trabajador, no paga alquiler, vive de viáticos del Estado y poco va a trabajar porque se la pasa en la televisión. Ella, la pobrecita Lilita, la que dice que "nunca quiso un cargo" pero se postula a uno.
Cerquita va el creador de la "125". La Ley más discutida en las últimas décadas en Argentina. Sí, el camaleón Lousteau, que sigue queriendo convencernos de que no era él, era su otro yo el que fue funcionario del Kirchnerismo al que se opone, que lo obligaron a cobrar una fortuna por un cargo que nunca quiso aceptar pero aceptó y que la Ley que tanto buscó que se aprobará hubiera destruido al pais. Y que Moreno es malo.
Economista como Prat gay, ultra derecha, liberalista, pragmático. Compañero de la Donda, zurda hasta la médula, que vimos apedrear la Casa de Tucumán por aquello de Marita Verón. Al borde de Quebracho. Van juntos, la zurdita con olor a gas lacrimógeno y el liberal de camisas italianas y reloj de oro. Todo por el bien del país.
Pareja extraña esa. Como que Pino Solanas, que votó todas las Leyes K vaya con Carrió que denunció todas esas leyes por anticonstitucionales. Ambos por Unen, gran alianza como aquella otra que terminó en la Plaza llena y el helicóptero.
Es que resulta imposible creer que esa alianza dure. Sobre todo porque miembros de ella ya anunciaron que en Octubre se termina mientras que otros dicen que no.
Pero contradecirse es parte de el juego. Si no, veamos a Ricardito, sí, el hijo del Presidente que se murió denunciando a Clarín por intentar voltearlo paseando por todos los canales del Grupo que, además, llevó a Menem y a Kirchner en la presidencia.
Hay más, muchos más. Moyano, el que está y no está, se va o viene, se junta o se pelea de acuerdo a para qui´n son los bolsos llenos de guita que sacan del país. ¿O Moyano nunca vió ninguno de esos bolsos que Néstor y amigos sacaban sin el menor cuidado? No habrá visto nada, porque nunca denuncia nada. Como tampoco habrá visto a la barra brava de Indepiendente, ni la guita que en el gremio se afanan, reparten como cargos.
Hay más, muchos más. Cabandié, el de la canción de Gieco, sí, ese que es capaz de morir de cólera tomando agua del Riachuelo por tener un cargo. Ese que cuando habla no piensa y deja entrever que lo criaron los del otro lado: los que secuestraban y desaparecían si no pensabas igual. Y mucho le han enseñado.
Hay más, muchos más. Todos juntos, por la Patria y por vos. Nunca por ellos, que pierden plata, que tienen que aceptar cargos, que tienen que andar por todos los canales de la tele haciéndose famosos con frases aprendidas de memoria 15 mintuos antes. Nunca porque les duele el poder como un cáncer que nunca los va a matar aunque lo sigan ejerciendo de la peor manera.
Pero, ¿a quién podemos culpar si después de más de tres décadas en Democracia a todos ellos los votó alguien?
No hace falta ser adivino. Ya sé el resultado de las próximas elecciones: mucha, muchísma vergüenza por mi pais. Y por la gente que lo habita.
julio 13, 2013
julio 08, 2013
Cuando me defino, no me defino por lo que tal vez sea sino por lo que seguro no soy. No soy abogado, ni médico, ni ingeniero, ni guardavidas...
¿Músico? Un poco puede ser. ¿Escritor, poeta? No puedo decir que no lo sea; no con certeza.
Un viejo (muy viejo) truco para encontrar lo que algo es consiste, precisamente, en empezar por lo que no es. También funciona con uno.
Esto pasa porque es simple empezar así. Lo que uno no es es el universo casi completo; de otra manera: el universo es todo menos uno, pero lo que uno es es algo único.
Sabemos que el hilo se corta por lo más delgado, que la unión hace la fuerza, y todas esas frases hechas.
Imaginemos un manojo de ramas secas, delgadas y frágiles. Imaginemos ahora que ponemos por un lado una rama sola y, por el otro, todas las demás ramas. ¿Cuál se rompería más fácil? Claramente, la pobre y solitaria rama lleva las de perder.
Esto mismo ocurriría con cada uno de nosotros si dejamos que nos aglutinen como ramas secas. Juntos es difícil que nos quiebren, es cierto y es bueno, porque nos da hasta cierta seguridad, aunque más no sea, de seguir siendo parte del todo. Pero individualmente, en lo que cada uno es, demasiado fácil quebrarnos.
Por eso es tan importante defender, en estos tiempos de amontonamientos, lo que se es. Para no quebrarse, para no dejar de ser eso único que cada uno es.
Defendamos lo que somos porque cuando hayamos perdido eso único que somos, ya no seremos más que todo aquello que no fuimos nunca.
julio 07, 2013
Era evidente que esperaba algo. Sentado allí, en soledad, con la mirada extraviada.
─¿Qué esperas?
─Habían dicho que el fin del mundo llegaría hoy ─respondió con tristeza.
Dios lo miró y miró la devastación que lo rodeaba. El mundo ardía en incendios provocados por el hombre, no quedaba ni una gota de agua, ni un solo punto verde en millas y millas. En el cielo, una nube de humos tóxicos cubría todo como un cieloraso manchado de humedad.
Dios recordó entonces la voz de los ángeles repitiendo "esto es bueno" durante la creación y se preguntó, después de varios milenios, si realmente había sido todo tan bueno.
─¿Qué esperas?
─Habían dicho que el fin del mundo llegaría hoy ─respondió con tristeza.
Dios lo miró y miró la devastación que lo rodeaba. El mundo ardía en incendios provocados por el hombre, no quedaba ni una gota de agua, ni un solo punto verde en millas y millas. En el cielo, una nube de humos tóxicos cubría todo como un cieloraso manchado de humedad.
Dios recordó entonces la voz de los ángeles repitiendo "esto es bueno" durante la creación y se preguntó, después de varios milenios, si realmente había sido todo tan bueno.
julio 03, 2013
preHistoria
No fue el fuego; ni la costumbre de construir casas o grandes edificios para los reyes y los sacerdotes; ni el cultivo de lo que antes se recolectaba o la crianza de animales que antes había que perseguir hasta la muerte. Fue, según la definición clásica, la escritura, la aparición de la palabra escrita, lo que marcó el inicio de la historia.
Todo lo anterior: el fuego, la arquitectura, el cultivo, la organización social, las religiones, todo lo que el hombre aprendió antes de aprender a escribir es solo la "pre" historia.
Ni siquiera el cristianismo, que dividió la historia en un antes y un después de Cristo, pudo imponer universalmente su distinción. Paganos y Cristianos dividen la historia, de igual modo, en un antes y un después de la escritura.
Escribir es, entre todos los actos humanos, el que da categoría de historia a la historia, el que divide para siempre lo que fue y lo que será.
Cuando la humanidad comenzó a escribir comenzó la historia. Desde entonces, cada vez que alguien comienza a escribir, comienza una historia.
Todo lo anterior: el fuego, la arquitectura, el cultivo, la organización social, las religiones, todo lo que el hombre aprendió antes de aprender a escribir es solo la "pre" historia.
Ni siquiera el cristianismo, que dividió la historia en un antes y un después de Cristo, pudo imponer universalmente su distinción. Paganos y Cristianos dividen la historia, de igual modo, en un antes y un después de la escritura.
Escribir es, entre todos los actos humanos, el que da categoría de historia a la historia, el que divide para siempre lo que fue y lo que será.
Cuando la humanidad comenzó a escribir comenzó la historia. Desde entonces, cada vez que alguien comienza a escribir, comienza una historia.
junio 27, 2013
─Sabés que no es posible─ dijo ella.
─Si, pero no sé, yo esperaba que...
─No tenés que esperar nada de mi
─Pero yo...
─Está bien, no te sientas mal
─No, no me siento mal, me siento enamorado...
─Bueno, que no te sientas culpable quise decir...
─No siento culpa, siento amor...
─Bueno, que no te preocupes por mi, que no me molesta que te hayas enamorado
─No habría por qué molestarse
─No importa, ¿sabés? Dejá así, estabas escribiendo un cuento, yo era tu protagonista; me creaste tan perfecta que te enamoraste...pero no puedo amarte, soy un personaje de uno de tus cuentos; ni siquiera soy real.
Él lo pensó dos veces. La amaba, no podía hacerle eso, aunque tenía que hacerlo. Entonces borró cada palabra que había escrito hasta llegar al título del cuento que tenía a medio escribir. El título, precisamente Su nombre, le dolió más que le resto.
Cuando la hoja había vuelto a estar en blanco recordó sus últimas palabras "me hiciste tan perfecta" había dicho ella. No, pensó él, para ser perfecta me faltó darte la capacidad de amar.
─Si, pero no sé, yo esperaba que...
─No tenés que esperar nada de mi
─Pero yo...
─Está bien, no te sientas mal
─No, no me siento mal, me siento enamorado...
─Bueno, que no te sientas culpable quise decir...
─No siento culpa, siento amor...
─Bueno, que no te preocupes por mi, que no me molesta que te hayas enamorado
─No habría por qué molestarse
─No importa, ¿sabés? Dejá así, estabas escribiendo un cuento, yo era tu protagonista; me creaste tan perfecta que te enamoraste...pero no puedo amarte, soy un personaje de uno de tus cuentos; ni siquiera soy real.
Él lo pensó dos veces. La amaba, no podía hacerle eso, aunque tenía que hacerlo. Entonces borró cada palabra que había escrito hasta llegar al título del cuento que tenía a medio escribir. El título, precisamente Su nombre, le dolió más que le resto.
Cuando la hoja había vuelto a estar en blanco recordó sus últimas palabras "me hiciste tan perfecta" había dicho ella. No, pensó él, para ser perfecta me faltó darte la capacidad de amar.
junio 22, 2013
Estábamos todos ahí esperando, como niños en vísperas de Nochebuena, desde hacía demasiado tiempo.
Lo habían prometido, profetizado. Incluso algunos lo habían anunciado desde hace mucho, muchísimo tiempo.
El fin del mundo casi se consumaba sobre nuestras cabezas. Un morboso orgullo nos recorría: nuestra generación, entre miles y miles, sería privilegiado testigo de tan fundamental evento.
La curiosidad se resolvía en calma. Nuestra única duda era por entonces cuándo terminaría todo aquello. Pero la ansiedad había dado paso a una vana sensación de paz: no era un fin violento como muchas veces habíamos temido sino algo lento, aunque no agónico.
Cierto que cuando se cumplieron diez años del comienzo de aquel diluvio alguna desesperación se sintió. Todavía podíamos sobrevivir en los lugares más altos de la tierra ─jamás la humanidad había sido consciente de todo el espacio inhabitado que el mundo escondía sobre sus cordilleras.
Algunos ya se comenzaban a impacientar, a desear que de una buena vez el agua terminara con todo. Otros, enamorados de los números y las matemáticas, presentaban cálculos precisos de cuánto más tardaría en llegar el fin del fin del mundo. No falta mucho, decían, ya no puede tardar mucho más en consumarse la irreversible muerte.
Fue entonces que una noche como cualquier otra nos despertó un silencio olvidado. Un silencio como hacía años no se escuchaba. Y en algunos volvió el miedo ancestral a un cataclismo violento y final. El agua solo había sido el comienzo y ahora la tierra se agitaría hasta quitarse a la última pulga humana de encima.
Renació el miedo que habíamos olvidado. Permanecimos encerrados y esperamos. Y esperamos.
Pero nada ocurrió. Un día, simplemente, había parado de llover.
Lo más difícil de ser guitarra es tener que acostumbrarse una al maltrato. Cuando era árbol, los pájaros ─que tienen garras─ se posaban sobre mi sin siquiera dejarme una marca, ni rasguño. ¡Y el canto! El canto irrefutable de las aves.
En cambio ahora vivo expuesta a estos animales que rasguñan y lastiman aún no teniendo garras, que desafinan las notas y hasta se les hincha el pecho mientras lo hacen.
Extraño ser árbol. Ser guitarra no era como creía, todo abrazos, caricias, y cantos armoniosos que me mecieran. A veces, sin que pueda hacer algo por evitarlo, me convierten en un arma más que un instrumento.
En cambio ahora vivo expuesta a estos animales que rasguñan y lastiman aún no teniendo garras, que desafinan las notas y hasta se les hincha el pecho mientras lo hacen.
Extraño ser árbol. Ser guitarra no era como creía, todo abrazos, caricias, y cantos armoniosos que me mecieran. A veces, sin que pueda hacer algo por evitarlo, me convierten en un arma más que un instrumento.
junio 17, 2013
junio 14, 2013
Último deseo
En el momento que entendió que el hombre iba a matarlo sin importar cuánto dinero le diera, la víctima pidió un solo favor. En un pequeño trozo de papel escribió su cuenta de usuario, su contraseña y unas pocas palabras debajo.
Se lo entregó al homicida y le pidió:
─Por favor, cuando te vayas, escribe esto en mi cuenta de Facebook y luego ciérrala.
junio 12, 2013
Algo para pensar:
Ultimamente, y casi por todos lados, se vienen repitiendo frases como "no a la violencia en el fútbol" o "no a la violencia contra mujeres y niñas".
Más allá de cuestiones educativas básicas (alguno/a me dirá que lo hacía sin saberlo, y es cierto) hay un problemita con este tipo de frases.
Tomemos como ejemplo la siguiente oración: "Repudio la violencia contra mujeres y niñas".
Hay un sujeto tácito ("yo) y el verbo ("repudio") es el núcleo del predicado. Hasta aquí sintaxis fácil y elemental que todos recuerdan.
La segunda parte incluye un objeto directo ("la violencia") y un objeto indirecto ("mujeres y niñas").
Tanto el OD como el OI son MODIFICADORES verbales. MODIFICAN el verbo, en este caso delimitándolo a cierta circunstancia (ya sea el fútbol o las mujeres).
Es decir: ¡se está diciendo que se apoya o no repudia toda otra forma de violencia!
Si querés repudiar la violencia, solo hace falta "no a la violencia". Desde el momento que modificás el verbo poniéndole un límite estás incluyendo a todo el ámbito restante como parte del mensaje opuesto ("No repudio la violencia salvo contra mujeres y niñas").
¿Que estoy exagerando?
Esto es el mismo error tan común y que todos hemos cometido alguna vez: el "te amo cuando me mirás así".
"¿Y cuando no te miro así?" le preguntarán con toda razón.
Hagan un breve experimento: se paran frente a la persona amada y le dicen: "te amo de lunes a viernes".
Nadie responderá a eso con cariño (y podremos ver cuánto repudian ellas la violencia contra nosotros) y todos pensarán en por qué no el fin de semana.
Ultimamente, y casi por todos lados, se vienen repitiendo frases como "no a la violencia en el fútbol" o "no a la violencia contra mujeres y niñas".
Más allá de cuestiones educativas básicas (alguno/a me dirá que lo hacía sin saberlo, y es cierto) hay un problemita con este tipo de frases.
Tomemos como ejemplo la siguiente oración: "Repudio la violencia contra mujeres y niñas".
Hay un sujeto tácito ("yo) y el verbo ("repudio") es el núcleo del predicado. Hasta aquí sintaxis fácil y elemental que todos recuerdan.
La segunda parte incluye un objeto directo ("la violencia") y un objeto indirecto ("mujeres y niñas").
Tanto el OD como el OI son MODIFICADORES verbales. MODIFICAN el verbo, en este caso delimitándolo a cierta circunstancia (ya sea el fútbol o las mujeres).
Es decir: ¡se está diciendo que se apoya o no repudia toda otra forma de violencia!
Si querés repudiar la violencia, solo hace falta "no a la violencia". Desde el momento que modificás el verbo poniéndole un límite estás incluyendo a todo el ámbito restante como parte del mensaje opuesto ("No repudio la violencia salvo contra mujeres y niñas").
¿Que estoy exagerando?
Esto es el mismo error tan común y que todos hemos cometido alguna vez: el "te amo cuando me mirás así".
"¿Y cuando no te miro así?" le preguntarán con toda razón.
Hagan un breve experimento: se paran frente a la persona amada y le dicen: "te amo de lunes a viernes".
Nadie responderá a eso con cariño (y podremos ver cuánto repudian ellas la violencia contra nosotros) y todos pensarán en por qué no el fin de semana.
Los hijos bobos de Iván Ilich
I
En la tumba de los políticos y acomodados debería decir algo así como "se metieron los cargos en el culo".
II
Lo bueno de todo esto es que cuando estén muertos ellos y esté muerto uno, uno ya va a estar acostumbrado a ser nada.
III
Me imagino a algún "acomodado" de esos de los que hoy andan por ahí ostentando títulos en la tumba, tratando de convencer a los gusanos de que ellos son especiales.
IV
Lo malo de todo esto es que cuando estén muertos ellos y esté muerto uno, ellos ya van a estar acostumbrados a los gusanos.
junio 04, 2013
Dice Eduardo Galeano, desde un libro que cuesta el 5% de lo que gana un esclavo medio:
"En América latina, la libertad de expresión consiste en el derecho al pataleo en alguna radio y en periódicos de escaso tiraje. A los libros, ya no es necesario que los prohíba la policía: los prohíbe el precio."
("La televisión/3"; de "El libro de los abrazos")
Don Eduardo, con muy poco respeto, ¿nos toma por tarados a todos sus lectores?
"En América latina, la libertad de expresión consiste en el derecho al pataleo en alguna radio y en periódicos de escaso tiraje. A los libros, ya no es necesario que los prohíba la policía: los prohíbe el precio."
("La televisión/3"; de "El libro de los abrazos")
Don Eduardo, con muy poco respeto, ¿nos toma por tarados a todos sus lectores?
mayo 23, 2013
A los Qom
Mataron a un hombre para sacarle sus tierras. A un indio; lo mató un policía que seguía órdenes de arriba.
Lo mataron por un pedazo de tierra que no vale dos mangos. Pero parece que un funcionario encontró a un empresario que dice que esa tierra puede servirle para algo y pagaría buena coima por comprarla.
La prensa opositora dijo algo. Poco. Casi nada.
Después vino el silencio. Ni siquiera la renuncia de un comisario sin voz ni voto.
Nadie volvió a nombrarlo. Lo habían matado dos veces.
mayo 17, 2013
Tandil: la ciudad ajena.
Alguien pregunta en Twitter sobre unos 600 mil pesos que ingresaron al Municipio estos días por algo de terrenos. Alguien sospecha que mucho de ese dinero se irá en garrafas y cotillón propio del tiempo pre-electoral que vivimos. Nadie se anima a desmentir esto. Parece algo obvio que unos meses antes de las elecciones la prioridad sea juntar votos.
Y vuelve a la mesa una pequeña discusión que llevo un tiempo tratando de meter entre los asuntos importantes del gobierno (juntar votos, no viven para otra cosa). ¿Qué estamos haciendo con la cultura en Tandil?
Hace unos días compartí un artículo que los chicos de la Tandilidad Al Palo tuvieron el mal gusto de poner en su página.
Hay mucho para decir al respecto. Para empezar, el Intendente Lunghi degradó la Secretaría de Cultura y Educación al rango de Subsecretaría. Ni hace falta decir más.
La Subsecretaría le cuesta, al Municipio, más de 1 millón y medio de pesos al año.
¿Saben los ciudadanos de Tandil en qué se gasta ese dienro? No, porque se gasta en sueldos, en mantener un edificio que cuando era el de la Escuela Municipal de Música (y la música sí es cultura) se caían los pedazos de pared, y en publicidad, claro, en pagar al El Eco de Tandil el espacio para anunciar lo que no se hace.
Basicamente, lo que estamos pidiendo algunos escritores locales es que nos den una mano. Un subsidio para editar un libro, una revista con literatura local, lo que sea, pero algo.
¿Es posible esto? ¿Cuánto dinero de la gente se necesitaría? Mucho menos de ese millón de pesos que cuesta mantener una subsecretaría que no hace absolutamente nada.
La edición de un libro normal, de unas 100 páginas con una buena presentación, cuesta, más o menos, entre 6 mil y 7 mil pesos. Es decir que con 70 mil pesos al año, el Municipio podría estar subsidiando a 10 escritores por año. Si se quiere, con 10 mil más subsidiamos hasta 5 revistas literarias (número demasiado alto para nuestra ciudad).
Hablamos de 80 mil pesos (de los que todavía sobraría algo) para resolver la cuestión de los escritores en la ciudad.
¿No hay en el Municipio 80 mil pesos para la cultura local? Obvio que sí. De hecho, contando solamente al Intendente y a los 5 funcionarios más cercanos que tenga se llevan por mes más (bastante más) que eso en lo que ellos llaman "sueldo".
El detalle de cobrar un sueldo por no hacer absolutamente nada lo dejo para otro día.
¿Cuántas veces cobraría el subsidio el autor? Una. Con los ejemplares en mano, el escritor puede salir a venderlos y con eso sumar un ingreso o pagar una re-edición o la edición del próximo libro.
Con nada se puede hacer mucho, Sr. Intendente.
Pero en Tandil, con mucho se hace nada: en El Eco anunciaron para el 25 de mayo la inauguración del primer teatro "pasando la ruta". Es maravilloso (lo del teatro digo, no esa forma vulgar de decir que del otro lado de la ruta no era Tandil antes de esto). Es necesario. Me parece bárbaro.
Lo que me disgusta es ver que siguen degradando a la cultura a lo que queda en el fondo del plato. Siempre es "cultura y educación" "cultura e historia" y cosas así. Para el Intendente Lunghi la cultura, en sí misma, es nada. Cultura es "todo": la historia, el bicentenario, el fútbol, un TV LED en la guardia del hospital para ver tele mientras esperamos 3 horas es cultura.
Después lloramos y compartimos fotos y nos preguntamos qué nos pasó en Tandil para que nos ocurran las tragedias que nos ocurren.
¿Qué nos pasó? Nos pasó Lunghi. Nos pasó una gestión que convirtió la ciudad que fabricaba carrocerías para tractores en una fabrica de chucherías. Nos pasó un intendente para el que la "cultura" es una parte chica, ínfima, del turismo. Nos pasó un intendente que después de casi fundir la Clínica Chacabuco quiso ir por más y destruyó una ciudad entera.
Nos pasó que hicimos la vista al costado, que quisimos vivir la vida fácil del vengan a traer guita a cambio de piedritas de colores, nos pasó que nos cagamos en nuestros hijos y en la ciudad que les estamos dejando.
Nos pasó nosotros. No se pregunten por qué los pibes a los 15 años se emborrachan y se matan estúpidamente. La respuesta es por nosotros, por lo que les estamos dejando. Porque en el mejor de los casos, el futuro que les espera es ser empleado del mes en una hamburguesería o una estación de servicio, o vender artesanías en la plaza.
Nos pasó que en Tandil pasamos de conocernos todos al no me importa el otro.
Antes la ciudad éramos los que la habitábamos, hoy los que vienen a ensuciarla.
mayo 02, 2013
Tres almas
─Mire, lo que me está pidiendo no puedo hacerlo... quiero decir, sí, sí puedo pero es muy difícil y no tengo tantas ganas para serle honesto. Así que mejor haremos lo siguiente: yo lo llevo al futuro, usted allí copia los libros que serán un éxito y a la vuelta, ya otra vez en el presente, los publica antes que lo hagan sus propios autores. ¿Qué le parece?
─Que son cosas parecidas, pero diferentes. Si puede hacerlo así entonces ¿por qué no como lo sugerí yo?
─Mire, de la forma en que usted lo propuso se vuelve más complicado. Llevarlo hacia el pasado o hacia el futuro es un esfuerzo similar pero déjeme decirle que las consecuencias no son las mismas. Si lo llevo al pasado y usted hace todo como dice, yo debería, además, modificar todo el presente para que esas obras, que hoy se atribuyen a ciertos autores, se le atribuyan a usted. Si lo hacemos como yo sugerí, evitamos esa consecuencia y es menos trabajo para mi.
─La pereza es un pecado capital ¿sabía?
─Soy el Diablo, ¿recuerda? Si no puedo pecar yo entonces ¿quién?, digame usted.
─Tiene razón.
─Siempre la tengo.
─Claro, es el diablo.
─No, porque soy viejo.
─Ah, el refrán era cierto...
─Así es....le ruego no se demore tanto en la conversación que no he venido aquí a hacerme su amigo y menos aún su cura confesor... podrá imaginarse.
─Eso depende, ¡si viera a algunos curas!
─Los veo, quédese tranquilo. Deje de dar tantas vueltas que quisera terminar con este asunto para irme rápido. Bastante que me he tomado el trabajo de venir aquí a discutir con un imbécil como usted. Tengo tanto para hacer y usted buscando pelos al huevo. Sea, al menos, agradecido y apure esa desición. ¿Viene al futuro o se queda sentado en el presente?
─Es que hay una diferencia entre lo que yo pedí y lo que usted propone. Si vamos al pasado, a la vuelta yo ya sería un autor conocido y famoso por todo el mundo, pero yendo al futuro, solo tendré la seguridad de serlo en el futuro, quizás unos cien años cuando ya esté muerto.
─Mire, si sigue encendiendo cigarrillo tras cigarrillo va a estar muerto mucho antes. A ver si lo entiende así: yo lo llevo al futuro y usted copia lo que mejor le sirva. Si quiere ser famoso por siempre entonces copia las grandes obras, si quiere fama rápido, se copia algún librito de moda y a la vuelta se llena de dinero y me deja de molestar a mi con tanto capricho infantil. Así que decida rápido si viene al futuro o se queda sentado acá.
Lo quise pensar un momento, pero enseguida el Diablo empezó a bufar y amagó con levantarse para irse.
─¡Está bien! ¡Vamos!
De todo lo que ví en el futuro podría contar muchas cosas. Pero contaré solo lo esencial a mi historia. Por todos lados veía la forma transparente, etérea, de mis colegas escritores. Y no solo ellos, músicos, artistas plásticos, todos mis contemporáneos más reconocidos andaban por allí observando el futuro.
Cuando finalmente logré salir de mi asombro y sintiéndome algo estafado, pregunté:
─¿Cómo es que todos están aquí también? ¿Acaso a todos nos ofreces lo mismo? ¡Me has estafado! ¡Te entregué el alma a cambio de nada!
El Diablo me miró ya fastidiado en serio.
─Mire, no lo he engañado. Usted pidió esto y yo cumplí. Y para que sepa, ninguno de esos colegas suyos me ha venido el alma.
Notando mi asombro, mi desentendimiento total del asunto, entendió que debía explicarse un poco mejor.
─Verá, todos esos artistas que usted ve no han necesitado de mi ayuda: son, simplemente, artistas verdaderos. No necesitan de trampas, son capaces de adelantarse a su tiempo por sí mismos y crear sus obras a partir de su propia genialidad. En cambio usted, Zampatti, ¡usted es un mediocre que no puede ver ni sus propias narices! Usted necesita de metáforas tan vulgares como esta historia ─¡que de hecho hasta la ha robado!─ para explicar lo que un artista es y hace. Nadie lo ha engañado, bueno, salvo el "de arriba", que lo ha dejado creerse un artista, pero nada de lo que yo pueda decir contra Él ustedes lo van a tomar en serio. Hágame el favor de robar lo que quiera robar del futuro y volvamos. Que su compañía no es precisamente un placer.
Sentí una gran tristeza.
─Volvamos ─dije.
─¿No va a llevarse nada?
─No, ya no me interesa nada.
Volvimos sin decir una palabra en todo el viaje y otra vez estábamos sentados en la mesa de aquel café, frente a frente, yo mudo y el mirándome.
─Bueno, usted gana. Puede llevarse mi alma.
─No hay prisa, cuando muera hablamos.
─No tengo ganas de quedarme, cobre su deuda ahora y terminemos esta fantochada.
El Diablo me miró.
─Mire, Zampatti. No es algo que suela hacer mucho pero haré una excepción. Finalmente, usted no obtuvo nada de todo esto, nada bueno quiero decir. Y aunque parezca mentira, tengo un corazón. Usted ya pagó demasiado caro todo esto. Y además que su alma tampoco vale tanto como para andar quedando yo como el malo de la película por tan poca cosa. Le voy a hacer precio: con su tristeza me doy por pagado.
Se levantó y comenzó a abrigarse para salir a la calle.
─Ah ─ dijo antes de salir ─no se preocupe que el café lo pago yo.
Y haciendo un gesto que el dueño ya conocía y entendió rápidamente cruzó la puerta y salió. Yo estuve allí no sé por cuánto tiempo. Cuando comenzaron a llegar los demás escritores inventé un malestar de no recuerdo qué y me fui.
La inteporlación de la frase "─¡que de hecho hasta la ha robado─" ha despertado algunas suspicacias entre personas del ambiente. Hay quienes consideran que no es este el relato verdadero sino que es una versión maliciosamente modificada para ocultar la verdad y que esa frase es un guiño del autor, en su deseperación ante el engaño, por revelarnos los verdaderos hechos tal como ocurrieron. En consecuencia, se supone la existencia de una versión inédita y desconocida de este relato en el que el Diablo acepta el pedido del autor tal como este lo propone y lo lleva al año 1919.
Mucho se ha discutido sobre esto y existen algunos puntos de vista que resulta interesante mencionar.
Quienes sostienen la existencia de esta versión afirman que el autor fue engañado por el Oscuro ya que el relato que pretendió robar en el pasado fue igualmente publicado por su autor, Max Beerbohm, en el libro "Seven men" de 1919.
Dejaremos de lado los aspectos más leguleyos de la discusión sobre si el el autor debió especificar en su pedido que el diablo debía asegurar la no la publicación de la obra en el pasado, si este detalle significa un incumplimiento que anula automáticamente el trato o sí, de todos modos, el Señor del Averno se adueñó del alma del autor.
Sí mencionaremos, en cambio, la aparición de un tercer grupo en la discusión, defensores también de la existencia de esa versión inédita, que afirma que Beerboohm también fue víctima del mismo engaño ya que la obra pertenece en realidad a un tal Enoch Soames, a quien el autor anglosajón utilizó como protagonista y que también habría sido engañado de un modo similar.
La discusión lleva tiempo y presumimos que no podrá resolverse en años, si es que se resuelve. Sin un documento que prueba la existencia de una versión diferente, o la existencia real del hasta ahora personaje ficticio Enoch Soames, dificlmente podrán ponerse de acuerdo los involucrados en la discusión.
En lo personal creo que, estando de por medio el mismo Diablo, jamás encontraremos la verdad.
en memoria y reinvidicación
de Enoch Soames.
Me había sentado junto a una de las ventanas del café en el que
nos juntábamos con otros escritores de la cuidad. Me gustaba llegar antes que
el resto, cuando todavía era de día y pedirme un café antes de formar parte del
bullicio de la tertulia.
Yo no era de los mejores, pero sí de los más ambiciosos, y
persistentes. Los demás eran no solo más jóvenes sino también más inteligentes
que yo y lograban si en el menor esfuerzo páginas mucho mejores que las
mías.
La tarde de la que quiero hablar el Diablo, el mismísimo Diablo se
me apareció de pie frente a mi mesa.
Sin pedir permiso se sentó y cumplió con la ya conocida formalidad
de presentarse a sí mismo y explicar el clásico trato del intercambio de almas
por favores.
─¿Puedo ofrecerle algo? ─dijo y me miró con sus ojos de
fuego.
─Quisiera viajar al pasado. Déjeme que le explique: soy escritor.
Uno de los tantos escritores desconocidos que andan por el mundo esperando su
momento de gloria. Y usted puede ayudarme con eso. Si me llevara al pasado, yo
podría publicar con mi propio nombre cualquier libro antes que lo haga su
verdadero autor. Publicaría dos o tres títulos que hoy gozan de cierta fama y
así sería hoy un escritor de fama mundial.
El diablo se quedó pensativo un segundo, haciendo algunas cuentas,
hasta que al fin habló:
─Mire, lo que me está pidiendo no puedo hacerlo... quiero decir, sí, sí puedo pero es muy difícil y no tengo tantas ganas para serle honesto. Así que mejor haremos lo siguiente: yo lo llevo al futuro, usted allí copia los libros que serán un éxito y a la vuelta, ya otra vez en el presente, los publica antes que lo hagan sus propios autores. ¿Qué le parece?
─Que son cosas parecidas, pero diferentes. Si puede hacerlo así entonces ¿por qué no como lo sugerí yo?
─Mire, de la forma en que usted lo propuso se vuelve más complicado. Llevarlo hacia el pasado o hacia el futuro es un esfuerzo similar pero déjeme decirle que las consecuencias no son las mismas. Si lo llevo al pasado y usted hace todo como dice, yo debería, además, modificar todo el presente para que esas obras, que hoy se atribuyen a ciertos autores, se le atribuyan a usted. Si lo hacemos como yo sugerí, evitamos esa consecuencia y es menos trabajo para mi.
─La pereza es un pecado capital ¿sabía?
─Soy el Diablo, ¿recuerda? Si no puedo pecar yo entonces ¿quién?, digame usted.
─Tiene razón.
─Siempre la tengo.
─Claro, es el diablo.
─No, porque soy viejo.
─Ah, el refrán era cierto...
─Así es....le ruego no se demore tanto en la conversación que no he venido aquí a hacerme su amigo y menos aún su cura confesor... podrá imaginarse.
─Eso depende, ¡si viera a algunos curas!
─Los veo, quédese tranquilo. Deje de dar tantas vueltas que quisera terminar con este asunto para irme rápido. Bastante que me he tomado el trabajo de venir aquí a discutir con un imbécil como usted. Tengo tanto para hacer y usted buscando pelos al huevo. Sea, al menos, agradecido y apure esa desición. ¿Viene al futuro o se queda sentado en el presente?
─Es que hay una diferencia entre lo que yo pedí y lo que usted propone. Si vamos al pasado, a la vuelta yo ya sería un autor conocido y famoso por todo el mundo, pero yendo al futuro, solo tendré la seguridad de serlo en el futuro, quizás unos cien años cuando ya esté muerto.
─Mire, si sigue encendiendo cigarrillo tras cigarrillo va a estar muerto mucho antes. A ver si lo entiende así: yo lo llevo al futuro y usted copia lo que mejor le sirva. Si quiere ser famoso por siempre entonces copia las grandes obras, si quiere fama rápido, se copia algún librito de moda y a la vuelta se llena de dinero y me deja de molestar a mi con tanto capricho infantil. Así que decida rápido si viene al futuro o se queda sentado acá.
Lo quise pensar un momento, pero enseguida el Diablo empezó a bufar y amagó con levantarse para irse.
─¡Está bien! ¡Vamos!
De todo lo que ví en el futuro podría contar muchas cosas. Pero contaré solo lo esencial a mi historia. Por todos lados veía la forma transparente, etérea, de mis colegas escritores. Y no solo ellos, músicos, artistas plásticos, todos mis contemporáneos más reconocidos andaban por allí observando el futuro.
Cuando finalmente logré salir de mi asombro y sintiéndome algo estafado, pregunté:
─¿Cómo es que todos están aquí también? ¿Acaso a todos nos ofreces lo mismo? ¡Me has estafado! ¡Te entregué el alma a cambio de nada!
El Diablo me miró ya fastidiado en serio.
─Mire, no lo he engañado. Usted pidió esto y yo cumplí. Y para que sepa, ninguno de esos colegas suyos me ha venido el alma.
Notando mi asombro, mi desentendimiento total del asunto, entendió que debía explicarse un poco mejor.
─Verá, todos esos artistas que usted ve no han necesitado de mi ayuda: son, simplemente, artistas verdaderos. No necesitan de trampas, son capaces de adelantarse a su tiempo por sí mismos y crear sus obras a partir de su propia genialidad. En cambio usted, Zampatti, ¡usted es un mediocre que no puede ver ni sus propias narices! Usted necesita de metáforas tan vulgares como esta historia ─¡que de hecho hasta la ha robado!─ para explicar lo que un artista es y hace. Nadie lo ha engañado, bueno, salvo el "de arriba", que lo ha dejado creerse un artista, pero nada de lo que yo pueda decir contra Él ustedes lo van a tomar en serio. Hágame el favor de robar lo que quiera robar del futuro y volvamos. Que su compañía no es precisamente un placer.
Sentí una gran tristeza.
─Volvamos ─dije.
─¿No va a llevarse nada?
─No, ya no me interesa nada.
Volvimos sin decir una palabra en todo el viaje y otra vez estábamos sentados en la mesa de aquel café, frente a frente, yo mudo y el mirándome.
─Bueno, usted gana. Puede llevarse mi alma.
─No hay prisa, cuando muera hablamos.
─No tengo ganas de quedarme, cobre su deuda ahora y terminemos esta fantochada.
El Diablo me miró.
─Mire, Zampatti. No es algo que suela hacer mucho pero haré una excepción. Finalmente, usted no obtuvo nada de todo esto, nada bueno quiero decir. Y aunque parezca mentira, tengo un corazón. Usted ya pagó demasiado caro todo esto. Y además que su alma tampoco vale tanto como para andar quedando yo como el malo de la película por tan poca cosa. Le voy a hacer precio: con su tristeza me doy por pagado.
Se levantó y comenzó a abrigarse para salir a la calle.
─Ah ─ dijo antes de salir ─no se preocupe que el café lo pago yo.
Y haciendo un gesto que el dueño ya conocía y entendió rápidamente cruzó la puerta y salió. Yo estuve allí no sé por cuánto tiempo. Cuando comenzaron a llegar los demás escritores inventé un malestar de no recuerdo qué y me fui.
La inteporlación de la frase "─¡que de hecho hasta la ha robado─" ha despertado algunas suspicacias entre personas del ambiente. Hay quienes consideran que no es este el relato verdadero sino que es una versión maliciosamente modificada para ocultar la verdad y que esa frase es un guiño del autor, en su deseperación ante el engaño, por revelarnos los verdaderos hechos tal como ocurrieron. En consecuencia, se supone la existencia de una versión inédita y desconocida de este relato en el que el Diablo acepta el pedido del autor tal como este lo propone y lo lleva al año 1919.
Mucho se ha discutido sobre esto y existen algunos puntos de vista que resulta interesante mencionar.
Quienes sostienen la existencia de esta versión afirman que el autor fue engañado por el Oscuro ya que el relato que pretendió robar en el pasado fue igualmente publicado por su autor, Max Beerbohm, en el libro "Seven men" de 1919.
Dejaremos de lado los aspectos más leguleyos de la discusión sobre si el el autor debió especificar en su pedido que el diablo debía asegurar la no la publicación de la obra en el pasado, si este detalle significa un incumplimiento que anula automáticamente el trato o sí, de todos modos, el Señor del Averno se adueñó del alma del autor.
Sí mencionaremos, en cambio, la aparición de un tercer grupo en la discusión, defensores también de la existencia de esa versión inédita, que afirma que Beerboohm también fue víctima del mismo engaño ya que la obra pertenece en realidad a un tal Enoch Soames, a quien el autor anglosajón utilizó como protagonista y que también habría sido engañado de un modo similar.
La discusión lleva tiempo y presumimos que no podrá resolverse en años, si es que se resuelve. Sin un documento que prueba la existencia de una versión diferente, o la existencia real del hasta ahora personaje ficticio Enoch Soames, dificlmente podrán ponerse de acuerdo los involucrados en la discusión.
En lo personal creo que, estando de por medio el mismo Diablo, jamás encontraremos la verdad.
Encantos y desencantos de hacer literatura.
"[El Gobierno] avanzará en la prohibición para la importación de libros y publicaciones. Sucede que [...] considera que no se cumplió el pacto que marcaba que en un plazo de no más de un año las editoriales tenían que producir la misma cantidad de libros dentro del país que las que se importan."
(Diario Fortuna:
http://fortunaweb.com.ar/2013-05-02-120805-moreno-restringe-aun-mas-las-importaciones/)
Y uno no sabe dónde ponerse. De un lado, el claro y cierto fascimo no permitir la entrada al país de libros (algo que no ocurría desde la última dictadura militar). Del otro, la misma actitud mercenaria de siempre.
Entre los fascistas del gobierno y los delincuentes de las editoriales (recordemos que la usura es un delito condenado por las leyes de nuestro país, y ni hablar de la explotación) quedamos (léase: morimos de hambre) los escritores.
La pregunta que primero me llega es ¿quién carajo nos representa? Ni el gobierno, esto lo vemos, ni las editoriales, esto lo supimos desde que empezamos a escribir.
En Argentina, la publicación de un libro (hablo de una obra literaria no comercial) es una rareza más parecida a entregar una adolescente atada a un violador que a un acto de cultura.
Los costos son altísimos, imprimir un libro hoy es un lujo que solamente Dalma Maradona (nadie podrá explicarnos jamás en qué clase de sociedad enferma eso es una "escritora") y los mejores exponentes de la TV basura pueden pagar.
Pero el problema no es lo inaccesible de los costos. El verdadero problema es que estos no son una consecuencia natural del trabajo de edición o impresión (en otros paises los costos no llegan ni a la mitad de los números que manejamos aquí en Argentina) sino que son, en igual medida, consecuencia de dos problemas de la sociedad argentina.
En primer lugar, la situación económica estilo "Titanic" de un gobierno inútil y corrupto. Mientras las políticas económicas han destruído la capacidad de consumo de la población, desde las políticas culturales y vinculadas a la educación (des-educación mejor dicho) se ha acabado con ese grupo de bichos raros que leían y leían bien. Por poner un ejemplo muy claro, con los 60 millones de euros del caso de lavado y fuga de dinero que se descubrió en las última semanas se hubieran podido editar, al menos, ¡84.000 libros de autores independientes! Pero desde el Gobierno se escogió llevar ese dinero a paraísos fiscales en cuentas a nombre de altos funcionarios del propio gobierno.
En segundo lugar, por la avaricia desmedida e inmoral de los editores que se llevan alrededor del 95% de las ganancias totales de cada ejemplar que, como si fuera poco, es vendido con el mayor sobreprecio que pudiera imaginar cualquiera de esas ratas.
Para que el lector lo entienda más fácil. La editorial Siglo XXI, por poner un ejemplo rápido y sencillo, no puede estar teniendo de costo, por cada ejemplar de Eduardo Galeano, más de 35 o 40 pesos argentinos. Ese es el costo que tendría yo, simple mortal, para imprimir un libro de esas características e ingresarlo al circuito a través de alguna distribuidora. Una editorial de esa magnitud debe estar, actualmente, por la mitad de esos costos, sin embargo, el precio de venta de cada ejempar es de 120 pesos argentinos ("apenas" cien en alguna feria del libro medianamente decente). Obtienen, por cada ejemplar vendido, una ganancia superior a 3 veces el costo de producción. O sea, remarcan los libros con más del 300% de ganancia, mientras pagan a los autores de 2 a 3 pesos por ejemplar vendido (esto en casos como el de Galeano, ya que los autores no famosos no llegan a cobrar 1 peso por ejemplar vendido ni agotando la edición completa).
Hay también un tercer factor en todo esto. Alguien dijo que lo peor de las injusticias es el silencio de los buenos. Y también somos cómplices todos aquellos que escribimos. Sí, todos. Especialmente aquellos que viven esperando el milagroso mail de una editorial que, sin ninguna necesidad ni convenciencia propia (entiéndase en tono irónico, por favor), nos haga el favor de tirar en las librerías (sin publicidad ni nada que se parezca) unos doscientos o trescientos ejemplares de lo que tuvimos el coraje de escribir. Sin regalías, sin adelantos ni nada que se aprezca a un ingreso en dinero.
No importa si el autor estuvo tres años para dar forma a algo medianamente decente, ellos pagan, cuando la edición se agote (algo que no suele pasar para un primer o segundo libro, sépalo el lector), centavos por cada ejemplar.
Y nosotros nos quedamos callados. Esperando como animales de presa la oportunidad de estampar una firma que hemos ensayado por años (debe ser una firma propia de un literato para no quedar con la sensación de ser un pobre diablo más) y sonriendo con la foto de fingida postura de intelectual o poeta en la contratapa.
Será que el optimismo no es para intelectuales, sensibleros o bohemios que uno espera, como un milagro, que sea el público el que un día se canse de todo esto y no vuelva a pisar una librería y solo compre libros a autores independientes que no acetan ser parte de ese juego perverso en el que el escritor para por escribir, el lector paga por leer y la editorial gana por... por... ¿por?
Ojalá un día pase. Es cada vez más difícl creer que seremos los escritores los que salgamos a defender, contra nuestros propios intereses, nuestros propios intereses.
"[El Gobierno] avanzará en la prohibición para la importación de libros y publicaciones. Sucede que [...] considera que no se cumplió el pacto que marcaba que en un plazo de no más de un año las editoriales tenían que producir la misma cantidad de libros dentro del país que las que se importan."
(Diario Fortuna:
http://fortunaweb.com.ar/2013-05-02-120805-moreno-restringe-aun-mas-las-importaciones/)
Y uno no sabe dónde ponerse. De un lado, el claro y cierto fascimo no permitir la entrada al país de libros (algo que no ocurría desde la última dictadura militar). Del otro, la misma actitud mercenaria de siempre.
Entre los fascistas del gobierno y los delincuentes de las editoriales (recordemos que la usura es un delito condenado por las leyes de nuestro país, y ni hablar de la explotación) quedamos (léase: morimos de hambre) los escritores.
La pregunta que primero me llega es ¿quién carajo nos representa? Ni el gobierno, esto lo vemos, ni las editoriales, esto lo supimos desde que empezamos a escribir.
En Argentina, la publicación de un libro (hablo de una obra literaria no comercial) es una rareza más parecida a entregar una adolescente atada a un violador que a un acto de cultura.
Los costos son altísimos, imprimir un libro hoy es un lujo que solamente Dalma Maradona (nadie podrá explicarnos jamás en qué clase de sociedad enferma eso es una "escritora") y los mejores exponentes de la TV basura pueden pagar.
Pero el problema no es lo inaccesible de los costos. El verdadero problema es que estos no son una consecuencia natural del trabajo de edición o impresión (en otros paises los costos no llegan ni a la mitad de los números que manejamos aquí en Argentina) sino que son, en igual medida, consecuencia de dos problemas de la sociedad argentina.
En primer lugar, la situación económica estilo "Titanic" de un gobierno inútil y corrupto. Mientras las políticas económicas han destruído la capacidad de consumo de la población, desde las políticas culturales y vinculadas a la educación (des-educación mejor dicho) se ha acabado con ese grupo de bichos raros que leían y leían bien. Por poner un ejemplo muy claro, con los 60 millones de euros del caso de lavado y fuga de dinero que se descubrió en las última semanas se hubieran podido editar, al menos, ¡84.000 libros de autores independientes! Pero desde el Gobierno se escogió llevar ese dinero a paraísos fiscales en cuentas a nombre de altos funcionarios del propio gobierno.
En segundo lugar, por la avaricia desmedida e inmoral de los editores que se llevan alrededor del 95% de las ganancias totales de cada ejemplar que, como si fuera poco, es vendido con el mayor sobreprecio que pudiera imaginar cualquiera de esas ratas.
Para que el lector lo entienda más fácil. La editorial Siglo XXI, por poner un ejemplo rápido y sencillo, no puede estar teniendo de costo, por cada ejemplar de Eduardo Galeano, más de 35 o 40 pesos argentinos. Ese es el costo que tendría yo, simple mortal, para imprimir un libro de esas características e ingresarlo al circuito a través de alguna distribuidora. Una editorial de esa magnitud debe estar, actualmente, por la mitad de esos costos, sin embargo, el precio de venta de cada ejempar es de 120 pesos argentinos ("apenas" cien en alguna feria del libro medianamente decente). Obtienen, por cada ejemplar vendido, una ganancia superior a 3 veces el costo de producción. O sea, remarcan los libros con más del 300% de ganancia, mientras pagan a los autores de 2 a 3 pesos por ejemplar vendido (esto en casos como el de Galeano, ya que los autores no famosos no llegan a cobrar 1 peso por ejemplar vendido ni agotando la edición completa).
Hay también un tercer factor en todo esto. Alguien dijo que lo peor de las injusticias es el silencio de los buenos. Y también somos cómplices todos aquellos que escribimos. Sí, todos. Especialmente aquellos que viven esperando el milagroso mail de una editorial que, sin ninguna necesidad ni convenciencia propia (entiéndase en tono irónico, por favor), nos haga el favor de tirar en las librerías (sin publicidad ni nada que se parezca) unos doscientos o trescientos ejemplares de lo que tuvimos el coraje de escribir. Sin regalías, sin adelantos ni nada que se aprezca a un ingreso en dinero.
No importa si el autor estuvo tres años para dar forma a algo medianamente decente, ellos pagan, cuando la edición se agote (algo que no suele pasar para un primer o segundo libro, sépalo el lector), centavos por cada ejemplar.
Y nosotros nos quedamos callados. Esperando como animales de presa la oportunidad de estampar una firma que hemos ensayado por años (debe ser una firma propia de un literato para no quedar con la sensación de ser un pobre diablo más) y sonriendo con la foto de fingida postura de intelectual o poeta en la contratapa.
Será que el optimismo no es para intelectuales, sensibleros o bohemios que uno espera, como un milagro, que sea el público el que un día se canse de todo esto y no vuelva a pisar una librería y solo compre libros a autores independientes que no acetan ser parte de ese juego perverso en el que el escritor para por escribir, el lector paga por leer y la editorial gana por... por... ¿por?
Ojalá un día pase. Es cada vez más difícl creer que seremos los escritores los que salgamos a defender, contra nuestros propios intereses, nuestros propios intereses.
mayo 01, 2013
Día del trabajador
Lo digo en voz baja para no joder a los que están celebrando: feliz dia al que no tiene trabajo o tiene un trabajo que no es el suyo.
La RAE define el término "esclavo" como "aquel que carece de su libertad, que está sometido a una voluntad ajena o que ha perdido su libertad en cumplimiento de un deber impuesto".
No, no leíste mal. Detalles y contradicciones de un sistema hipócrita: la sola imposición por otros de un horario ya es esclavitud; tener remuneración fija independientemente del trabajo realizado y decidido por quienes contratan también es esclavitud...tener que trabajar de lo que haya para no morirse de hambre o quedarse en la calle, también es esclavitud.
¿Sabían eso? No, nadie nos dice eso. Prefieren que no se sepa, que no se comente. Y los organismos internacionales, esos que se llenan de medallitas y honores por defender los derechos humanos y la democracia (¡la Gran Libertad!) también lo saben. Y también se callan.
Porque hay que alimentar al sistema. Al gran hermano. Así como hace miles de años el hombre era el invento de los dioses que necesitaban mano de obra barata, hoy la humanidad entera es la mano de obra de un sitema corrupto y alienante que busca, por sobre todas las cosas, impedir el desarrollo individual para que la gente no esté "liberada" de yugos y se le ocurra ser feliz.
Hay que evitar conciencias libres. Que la gente no sepa nunca que está siendo explotada intencional y maliciosamente para mantenerla deprimida, carente de autoestima y fácil de manipular. Porque el poder, el sistema, o como quieras llamarlo, es, e definitiva, un grupo de personas que viven del trabajo ajeno.
Si se nos ocurriera no trabajar más para ellos, ¿cuánto tardarían esos inútiles en morirse de hambre?
Somos, aunque duela asumirlo, la mano de obra que alimenta a esa selecta raza de los que tienen la llave de los Bancos, las Catedrales y los Parlamentos.
Todo aquel que se vea forzado a un trabajo no elegido libremente por el individuo es un esclavo.
Parece solo un juego de palabras, la manipulación malintencionada de una definición para arruinarte tu día de merecido descanso. Pero no lo es. La concepción del trabajo que los Estados actuales imponen son, y no hay vueltas que darle, formas encubiertas de esclavitud.
Es un buen día para expresar el resignado deseo de que alguna vez se invente el concepto de "trabajo digno" (es decir, trabajo libre).
Y terminar de una vez con la mentira según la cual el trabajo dignifica. A veces dignifica, la mayoría de las veces esclaviza.
No cualquier trabajo dignifica. La dignidad es la consecuencia directa del desarrollo personal del individuo que es plenamente libre de escoger sus deberes, sus responsabilidades, y asumir la responsabilidad (¡qué la felicidad tampoco es gratis!) que esto implica.
Solo cuando todos seamos libres de escoger nuestras obligaciones personales (finalmente, son personales, no estatales o societales) seremos libres del constante estado de enajenación en la que vivimos.
Es nuestro derecho y es también obligación del Estado garantizarnos este derecho: ser libres, absolutamente libres, de escoger nuestro trabajo sin ninguna imposición externa.
De todos modos, aprovechen este feriado lluvioso ideal para quedarse en casa y descansar. Al fin y al cabo, este día también lo inventaron ellos para que te creas el cuentito del trabajador.
Pero vos disfrutalo, que bien merecido lo tenés.
abril 26, 2013
El argumento del fumador: el voto kamikaze.
La respuesta más habitual de los fumadores, a la hora de explicar por qué no deja ese vicio, ha sido siempre algo así como esto:
"Si igual me voy a morir, al menos elijo de qué"
Un argumento idiota hasta para mi que lo he usado alguna vez (o varias).
Lo cierto es que, en política al menos, parece que los argentinos hemos caído tan bajo que ya decidimos el voto en base a ese mismo argumento. Sería algo así:
"Ya que todos nos vamos a morir, al menos elijo que me mate la policía o un chorro en CABA"o
"Ya que todos nos vamos a morir, al menos elijo que me dejen morir en una inundación porque se afanaron la guita del entubamiento del Maldonado".
Los que hace diez o quince años creíamos que el voto castigo era lo peor que nos podía pasar como país (así le abrimos la puerta al Menemismo y, después, contra el mismo Menemismo, al Kirchnerismo) descubrimos que este país no va a dejar de sorprendernos nunca. Siempre hay un subsuelo más al que seguir cayendo.
Ahora resulta que castigamos al Macrismo votando al Kirchnerismo, y castigamos al Kirchnerismo votando al Macrismo...¡genios! ¡genios mundiales de las redes sociales! ¡Barriletes cósmicos de la democracia!
Si es cierto aquello de que cada país tiene el gobierno que se merece, también es cierto que Dios es argentino, porque lo que es nosotros, por merecimiento, deberíamos tener gobiernos mucho peores todavía.
A pesar del "voto kamikaze" seguimos vivos. Deberíamos dar gracias.
Un día decidió que sería él mismo su propio reloj. A cada vuelta completa de su sangre por todo su sistema de venas y arterias le daría un nombre que reemplazaría a los minutos.
Porque el tiempo es interno, pensaba, propio.
─Mi tiempo es humano y ningún artilugio mecánico me dirá cuándo es el momento de nada.
abril 25, 2013
Me dormí. De haber podido estar en Buenos Aires quizás hubiera estado en la calle, frente al congreso, hasta la hora que fuera. Pero "el modelo" (no tenía un mango) me lo impidió y me dormí mirádolo por televisión.
Sin otra solución, me tuve que conformarcon onfiar en mis compatriotas apostados con firme decisión frente al congreso. En esos millones de compatriotas que tienen la ventaja de estar donde se toman las decisiones que afectarán a país entero y que allí estaban, tan firmes...
Bueno, no tan firmes.
Cuando me desperté hoy lo primero que hice fue encender la tele para enterarme si había terminado todo o si el resto del país teníamos que salir también a la calle a dar una mano a los que gritaban en Buenos Aires y a mostrar que no eran solo unos caceroludos de algún barrio cheto de Baires.
Bastó un titular y un pequeño zapping por los canales de la "opo" para saber que habíamos perdido. No, que nos habíamos rendido.
En 1999, y con casi el 50% de los votos, asumía el gobierno de De La Rúa. A días de cumplirse los dos años de gobierno, nadie pensó en las instituciones, en dejarlo terminar, en que había sido electo por la mayoría. Nos metieron la mano en el bolsillo. Había que pedir la cabeza de todos. Que sepan que a los argentinos nadie nos roba tan descaradamente y que si se quieren robar la patria entera que laven la guita de la obra pública como hace cualquier gobierno decente.
Pero en la cara y con un decreto no, eso era imperdonable. Quedarse con los ahorros era el límite a la institucionalidad y la democracia.
Hoy, la vergüenza de ser argentino es grande. Mayor aun que la crisis de fines de 2001 o cualquier escándalo de este gobierno.
Más grande que la patria que nos parió.
La Plaza se llena cuando no podemos comprar dólares o viajar al exterior. Anoche, se fueron a dormir.
Hoy han destruido la república. Hoy fuimos la generación que dejó que destruyeran la República Argentina. Hoy somos los que dentro de diez años vamos a decir "yo no la voté" o "yo estaba gritando en la calle para que no lo hicieran".
Pero es mentira, somos los que hacemos explotar las redes sociales mirando a Lanata el domingo a la noche, los que compartimos fotos graciosas (¡porque encima nos parece gracioso!) sobre los impresentables que se llevan bolsos y bolsos de dinero.
Si, reírse de Karina Jelinek es divertido, pobre boluda que no entiende nada y nosotros todo. ¿Nosotros sí entendemos? Ahora si me causó gracia.
Las generaciones futuras sentirán vergüenza de nosotros. Y con mucha razón.
Seremos, para la historia, la generación que volteó a un presidente cuando nos limitó el acceso a los ahorros , pero que se quedó callada cuando nos quitaron la Constitución y nuestros derechos básicos.
Porque esto recién empieza. Ahora es fácil imaginar lo que sigue con este gobierno criminal y sin Poder Judicial que nos defienda o, al menos, les meta una pequeña duda o temor a estos delincuentes.
Me da vergüenza ser parte de esta generación de argentinos. Y ojalá a ustedes también.
Finalmente, el Kirchnerismo tenía razón sobre los caceroludos. Gritan para ir a Miami. Y ojalá se vayan. Y no vuelvan.
Bunos Aires nos dejó solos. Estaban ahí, tenían que gritar, romper, empezar el ruido hasta que los demás (al menos el que puediera pagarse un boleto) llegaran. Pero se fueron a dormir.
Para terminar, solo una cosa más: que nadie vuelva a quejarse. De nada. Porque no nos ganaron ellos, perdimos nosotros, nos rendimos, vendimos la patria por el subsidio, el plan, la asignación universal por hijo y el fútbol para todos.
Nos merecemos diez años más de Kirchnerismo. Y bien calladitos la boca.
abril 23, 2013
Feliz día del libro
Los libros. El día del libro y el compromiso de pensar en uno, en dos, en tres a lo sumo y no perderme bajo esa montaña de libros que no tendré nunca.
Si tengo que pensar en los predilectos, en esos con los que camino (de alguna forma uno se ha convertido en algo así como un reader que almacena libros en su memoria), me marea y me pierdo entre tantos títulos.
Así que haré un resumen. Un pequeño catálogo de los que no me estoy olvidando en este mismo instante.
El primero, la "Ética para Amador" de Savater que me prestó una novia.
Después la costumbre de llevarme en el bolsito de la facultad los pequeños tomos de una colección de Crónica (cien x cien, creo que se llamaban). "La metamorfosis", de Kafka; "Bola de sebo", de Maupassant; algunos cuentos de Hoffman; "La muerte de Iván Ilich" y "Iván el tonto"de Tolstoi...algunos de la colección.
Pasaron muchos libros, desde entonces.
Una edición viejísima de la "Antología apócrifa" de Nalé Roxlo, que presté y nunca volvió y juro que de verdad lo extraño.
Un volumen chiquito de artículos de Miguel Unamuno y luego, su nivola, "Niebla" con el inolvidable Augusto Pérez discutiendo con su propio autor sobre su derecho a existir.
Una época de muchos viajes que me llevaba los tomos completos de Borges y Cortazar sacados de la biblioteca del colegio. Ahí, en esa biblioteca, también encontré una edición de lujo, en papel Biblia, de las "Cartas a Milena" de Kafka, los dos tomos de una introducción a la filosofía que me vaciaron el cerebro y me volvieron un refutador de todo y mi primer lectura del Quijote la tarde que ella entró a la biblioteca cuando yo tenía apenas 16 años.
Más frescos están los de Galeano, regalos de cumpleaños de mi hermana tan bien y bellamente dedicados.
No puedo olvidar del primer tomo de las obras completas de Tolstoi en encuadernación de lujo. Nunca conseguí los otros tomos.
Algunas ediciones Castalia (El Lazarillo de Tormes, Vicente Aleixandré...) que son un lujo humilde con sus prólogos y estudios preliminares que no he encontrado en otras ediciones.
Una edición bilingüe del "Critón" de Platón, que me di el gusto de leer en griego antiguo, o los poemas de Horacio y los "Comentarios a la guerra de las Galias", de Julio César, ambos leídos en latín.
Son muchísimos libros a los que he dado rango de familia.
El último, el más fresquito: los cuentos completos de Cortazar, con la letra de ella en la página en blanco del comienzo. He besado esa dedicatoria solo para traerla.
Y sí, tengo que incluirlo, aunque con cierta vergüenza: mi "Primeros poemas", todo un bastardo que trato y trato de convertir en el primogénito. Solo por amor. Y el próximo, "Enamorado del rayo", ese libro que moriré sin terminar nunca. Los dos están guardados también en esto que ni sé que es.
Digamos, solo para justificar los últimos minutos que he perdido escribiendo esto, que es un homenaje a todos los libros que he amado.
Pablo Mosse (¡cómo pude olvidarme de contar su libro en esta lista!) dijo una vez que discutíamos sobre los libros digitales que el libro impreso es irreemplazable. Puede mojarse, caerse, golpearse y no importa qué le pase, siempre podrá leerse. Un libro es parte de uno, de su casa de sus muebles, de sus parientes que conviven con él.
¿Tomamos unos mates? Apoyá tranquilo la pava sobre ese libro que está en la mesa. No pasa nada. Ellos dan todo y nunca se quejan.
Perdón por el desorden, y por todos los libros que no nombré.
abril 20, 2013
En agosto de 1967, la Real Academia le sugirió, para mejorar la llegada de sus poemas al público en general, re-editarlos anexando al final del volumen un pequeño glosario de aquellas palabras que ella inventaba con el significado que ella misma les daba.
─Al principio─ explicó luego la poetisa─ tomé la sugerencia como algo gracioso y hasta de una tierna ingenuidad casi infantil. Iba a aceptar la propuesta pero, cuando lo pensé por segunda vez, descubrí la malvada intención detrás de aquel asunto. Buscaban no una mayor comprensión, solo temían las consecuencias de aquellos actos de libertad extrema para un pueblo como el latinoamericano. Solo pretendían racionalizar al extremo el uso del lenguaje para evitar cualquier brote poético o revolucionario (si no es que son la misma cosa) en su uso. Por supuesto que me negué. Aquel que no puede comprender un poema, aún cuando desconoce el significado particular de cada una de sus palabras, está muerto. La poesía habla, solo hay que escucharla, dejarse llevar por el ritmo...¿o acaso quienes aman al mar le preguntan el por qué de sus olas, de su espuma, o de sus mareas? ¿O acaso alguien le pide explicaciones a su amada sobre el color de su pelo, su tono de voz, o su forma de besar?
abril 19, 2013
A veces la vida se desenvuelve de esa manera caprichosa y estúpida. Una noche, borracha, no pensó antes de abrir las piernas y meses después criaba un hijo sin padre.
─Es la vida ─decía su madre. ─Con vos me pasó lo mismo.
Pero en su interior ella sospechaba otra verdad. Llegaron los años más difíciles, y casi como una Sarmiento de la escuela de la vida había aprendido a odiar a los hombres por lo que le había hecho uno, a las mujeres por lo que no le habían hecho a las otras (eso no era del todo cierto, su caso era bastante común pero todas pensaban igual que ella) y a la vida por hija de puta.
─Bien que te divertiste haciéndolo ─solía decirle el padre para no hacerse cargo del nieto.
El nieto crecía, como podía, medio como a los golpes, y no tardó en hacerse un hombrecito a fuerza de arrastrar el peso de las tradiciones familiares que lo criaron.
Aprendió a bajar calzones (aunque según su madre eso lo traía en los genes) sin la menor responsabilidad, a odiar a los hombres por aquella ausencia de su padre, a odiar a las mujeres por la falta de nadie sabía qué de su madre que se había arruinado la vida criándolo. Y un poco a la vida, también, por hija de puta.
Terminó borracho, mujeriego y jugador. Una joyita, decían los vecinos. Claro que lo que piensen los vecinos se lo pasaba por donde no le daba el sol (frase hecha e inútil ya que varias veces se lo había visto corretear mujeres desnudo por la calle).
La vida era una mierda sin sentido, la resaca de una borrachera eterna que no importaba cuanto vomitaras o cagaras que no se iba a pasar.
Y no eran ellos. Eso hubiera resuelto todo a una mala familia. Era el barrio que también andaba de putas y borracheras. Y una vez que tuvo que viajar al centro descubrió que la cuidad entera era una mujer vieja y arrugada que daba asco pero igual había que darle.
Le contó una vez el primo Federico, ese que había triunfado, que el mundo era así también. Que no había paz en ningún lugar.
Y eso que el primo Federico había tenido suerte. Tenía los ojos claros, tan claro como que la madre había andado cojiendo por ahí con otro. Con otro que un día volvió y se llevó al primo Federico a vivir en su mansión. Boluda no era la madre, porque el tipo que le había hecho al primo era un político importante. De esos que cada tanto salen en una foto con el que vende droga en la esquina del barrio, o con el que maneja el piribundín de la otra punta donde el otro primo, Marito, se pegó la sífilis.
Y el primo Federico decía que el mundo entero era un mierda, que no valía la pena salir de casa. Claro que su casa no era la casa de estos semi.parientes semi-humanos de los que ya solo se acordaba para venir a refregarles lo puta que era la actriz esa a la que llamaba "novia".
Una vez se agarraron a trompadas con Marito porque este le tocó el culo a la actriz de culebrones caros.
Pero cuando el primo Federico venía de visita salían todos los primos. Y era un fiesta porque el primo Federico parecía el presidente de lo bien vestido que andaba. Y pagaba todo, claro, para que vieran que tenía. Entonces las mismas negritas que los miraban pasar todas las tardes sin contestarles ni el saludo se dejaban meter la mano a ver si el primo rico o alguno de la familia les hacía un crio.
Y así repitieron la historia. El nietito del que nadie se había querido hacer cargo aguantaba a la bruta de la esquina embarazada. La brutita corría con ventaja: ella sí tenía un padre, y uno que medía más de ancho que de alto y borracho era capaz de matar un cristiano con las manos atadas. No había forma de escaparse sin perder una parte del cuerpo y tuvo que hacerse cargo de la bruta, del pibe y del trago interminable del suegro.
─Si te divertiste poniendolá ahora divertite limpiándole el culo al pibe─ dijo el abuelo, casi feliz de poder demostrar su sabiduría de viejo estúpido otra vez, ahora con su nieto.
Y él entendió, tarde, cuando ya no le servía de nada, por qué la vida era esa mierda infinita y cíclica que se repetía generación tras generación. Cuando después de unos meses la bruta parió una nena con los ojos del primo Federico, se prendió un cigarrillo de yerba en la puerda del hospital y entre pitada y pitada se repetía:
─¡Qué puta de mierda!
Pero nadie sabía si hablaba de su madre, de su tía, de la bruta, de la cuidad o de la vida misma.
abril 08, 2013
El León y la Gacela (fábula erótica)
Cuando el León se enamoró de la Gacela todo en la selva se volvió confuso.
Quizás porque él no conocía otra forma de relacionarse con ella que la de perseguirla con las fauces húmedas que a la Gacela le resultaba difícil creerse aquel cuento.
Fue recién cuando el rey se convirtió en la principal burla de la selva que ella le dio algo de crédito, y una tarde que él comenzó a perseguirla con la boca abierta y babeante ella, después de pensarlo dos veces, se dejó alcanzar por el León.
Y juntos descubrieron otra forma de jugar al cazador y la presa.
Cuando el León se enamoró de la Gacela todo en la selva se volvió confuso.
Quizás porque él no conocía otra forma de relacionarse con ella que la de perseguirla con las fauces húmedas que a la Gacela le resultaba difícil creerse aquel cuento.
Fue recién cuando el rey se convirtió en la principal burla de la selva que ella le dio algo de crédito, y una tarde que él comenzó a perseguirla con la boca abierta y babeante ella, después de pensarlo dos veces, se dejó alcanzar por el León.
Y juntos descubrieron otra forma de jugar al cazador y la presa.
Un bote de madera algo podrida atado junto al muelle. Debería moverse suavemente con el agua, pero el lago está congelado. Un paisaje clásico con montañas con bosques cubiertos de nieve en las laderas. El cuadro de un lago con marco de pedregal frío. En lo poco que queda para el cielo, un gris que muchos definirían como depresivo.
Un escenario más que conocido, accesible a la imaginación de cualquiera.
Agregamos la cabaña, la máquina de escribir, el aroma de un café recién preparado. Todo esto convenientemente cerca de una ventana.
El escritor: desalineado, con su barba descuidada de varios días, un par de lentes viejos, un saco con botones desprendido sobre su desgastada camisa preferida.
De a ratos la intuición ─suficientemente escasa para llamarla inspiración─ le hace un ruido que le despierta algo que se le agita dentro, se revuelve y se vuelve a dormir.
Tiene ante si una metáfora completa: un objeto privado de su naturaleza móvil.
Así como el teclado del piano esconde las notas necesarias para una canción, también el teclado de su máquina de escribir esconde, como un jeroglífico, lo que está sacudiéndose en su cabeza.
El cuadro completo es un crucigrama que se resuelve encontrando la combinación exacta de las teclas.
abril 03, 2013
Ética Electoral
(o "Basta de votar como imbéciles")
Veo con cierta tristeza al poder paseando entre las ruinas húmedas de una ciudad que ayer estaba, literalmente, bajo el agua.
Nadie se arriesga a mojarse los zapatitos de charol: esperaron que bajara el agua, que se secaran las calles, para ir a recorrer las zonas inundadas.
La culpa es de Macri, de Cristina, de Scioli, de la puta lluvia que se le ocurre, justamente, caer sobre la tierra. Nosotros, pobres víctimas.
¿Quién los votó? ¿Quién votó a Macri, a Cristina, a Scioli, a cada uno de esos cientos y miles de inmorales enriquecidos ilegítimamente?
Seguramente, se votan ellos mismos. Porque nosotros, pobres víctimas.
Ahora saldrán los mismos estúpidos de siempre preguntando a quién votaría, o que votan al menos malo, o que son todos iguales y que da lo mismo votar a uno o a otro. Y los que nos hemos tomado el triste laburo de recorrer la página de cada uno de los candidatos en cada elección, de vernos hasta el hartazgo cada discurso, de mirarles cada gesto esperando encontrar una señal que nos ayude un poco, nos damos la cabeza contra la pared pensando que todo es tan al pedo que ni vale la pena seguir creyendo ni en la propia madre.
Les preguntaría, a quienes votaron a estos, a cuántos candidatos más conocían. Cuánto se informaron, cuánto buscaron entre esas boletas desconocidas para ver si había alguien mejor.
No saben. Para ellos (para la gran mayoría) el mundo es Macri o Cristina. Scioli o Cristina. Son incapaces de levantarse del sillón, de sacar Los Simpson a ver si en algún canal de esos arriba del 17 o 18 aparece el tipo desconocido, el candidato de 100 gatos locos con alguna buena idea.
Se escudan, y a veces creo que es válido el argumento, en que no tiene fe. Que son todos la misma mierda. Que al menos votamos.
Más del 80% de la población (no solo en Argentina, sino en el mundo) carece de la capacidad (según la RAE "preparación, o medios para realizar un acto") para decidir con argumentos válidos, quién está mejor capacitado para gobernar, administrar, un estado.
Le dicen (y dicen que es lo menos malo) "democracia". Pero se pronuncia "populismo". Siempre absolutamente siempre, la democracia es populismo. Gana el que miente más y mejor a esa gran mayoría de des-capacitados políticos. Savater, en un sentido más amplio, les llamó "imbéciles", pero aquí todavía nos sirve esa definición:
"¿Sabes cuál es la única obligación que tenemos en esta vida? Pues no ser imbéciles. [...]La palabra «imbécil» viene del latín baculus que significa «bastón»: el imbécil es el que necesita bastón para caminar. Si el imbécil cojea no es de los pies, sino del ánimo: es su espíritu el debilucho y cojitranco, aunque su cuerpo pegue unas volteretas de órdago. Hay imbéciles de varios modelos, a elegir: a) El que cree que no quiere nada, el que dice que todo le da igual, el que vive en un perpetuo bostezo o en siesta permanente, aunque tenga los ojos abiertos y no ronque. b) El que cree que lo quiere todo, lo primero que se le presenta y lo contrario de lo que se le presenta: marcharse y quedarse, bailar y estar sentado, masticar ajos y dar besos sublimes, todo a la vez. c) El que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo. Imita los quereres de sus vecinos o les lleva la contraria porque sí, todo lo que hace está dictado por la opinión mayoritaria de los que le rodean: es conformista sin reflexión o rebelde sin causa. d) El que sabe que quiere y sabe lo que quiere y, más o menos, sabe por qué lo quiere pero lo quiere flojito, con miedo o con poca fuerza. A fin de cuentas, termina siempre haciendo lo que no quiere y dejando lo que quiere para mañana, a ver si entonces se encuentra más entonado. e) El que quiere con fuerza y ferocidad, en plan bárbaro, pero se ha engañado a sí mismo sobre lo que es la realidad, se despista enormemente y termina confundiendo la buena vida con aquello que va a hacerle polvo. Todos estos tipos de imbecilidad necesitan bastón, es decir, necesitan apoyarse en cosas de fuera, ajenas, que no tienen nada que ver con la libertad y la reflexión propias. [...] Los imbéciles suelen acabar bastante mal, [...]suelen fastidiarse a sí mismos y nunca logran vivir la buena vida esa que tanto nos apetece a ti y a mí. Y todavía siento más tener que informarte qué síntomas de imbecilidad solemos tener casi todos [...] Conclusión: ¡alerta!, ¡en guardia!, ¡la imbecilidad acecha y no perdona! "
(Extracto de: Fernando Savater, "Ética para Amador"; cap. "Aparece Pepito Grillo").
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