octubre 25, 2011

El arte es de los artistas. NADIE tiene derecho a ganar con el trabajo ajeno. Es necesaria una nueva Ley de Propiedad intelectual que ponga las cosas en su lugar: a los artistas en el escenario y a los grandes ladrones-editores en la cárcel.
Basta de decirnos que le robamos a los músicos por descargar su música. Los que roban son los editores discográficos.
Jamás falté el respeto a un artista ni le robé nada. No me enriquecí nunca con un CD descargado de Internet. Cada canción que he bajado está guardada dentro del corazón como un tesoro. Y siempre que pude, compré el CD original.
Mientras no entendamos que los responsables de las grandes compañías discográficas tienen que estar presos esto no va a cambiar jamás: piratería es robar, enriquecerse con bienes ajenos. Ellos son los que lo hacen, no nosotros.
Mientras nosotros difundimos y disfrutamos a los artistas ellos mantienen su propio negocio bien asegurado, impidiendo el acceso a los circuitos de distribución a los músicos que no les generan ganancias a ellos y obligándonos a soportar mediocres que no valen un solo CD editado.
EL ARTE JAMÁS DEBE MEDIRSE POR LAS REGALÍAS QUE DEJA A UN EMPRESARIO. Medir el arte por las ganancias que deja es un delito mucho peor que descargar ese disco que tanto disfrutamos y admiramos.
TODO ARTISTA TIENE EL DERECHO A SER ESCUCHADO, VISTO O LEÍDO. Ese el el único derecho de propiedad intelectual. Lo demás es negocio, y no tiene nada que ver con el arte. Y el Estado, por medio de Leyes correctas, tiene la obligación de garantizar este derecho y penalizar a TODO aquel que, sin ser el artista y dueño de una obra, obtenga ganancias con ella. Tanto al que vende un CD descargado gratuitamente de Internet, como a al que lo vende a cambio de porcentajes inmorales.
Warner Music Group, EMI, Sony Music Entertainment, Universal Music Group y otras, TAMBIÉN SON PIRATERÍA.
Ya una Ley que limite el valor agregado sobre los costos REALES de las obras de arte; que distribuya las ganancias de la venta en favor del artista y no del editor; que permita la distribución libre de todo contenido cultural de forma controlada; que asegure la NO caducidad de los derechos comerciales para el autor (actualmente, por la reedición de una obra editada más de 30 años atrás no debe pagarse regalías al autor).

Quiero arte, necesito arte. Me sobran mercaderes. Basta de intermediarios y explotadores. Que cada parte gane lo que es justo por su trabajo.