mayo 17, 2013


Tandil: la ciudad ajena.

Alguien pregunta en Twitter sobre unos 600 mil pesos que ingresaron al Municipio estos días por algo de terrenos. Alguien sospecha que mucho de ese dinero se irá en garrafas y cotillón propio del tiempo pre-electoral que vivimos. Nadie se anima a desmentir esto. Parece algo obvio que unos meses antes de las elecciones la prioridad sea juntar votos.
Y vuelve a la mesa una pequeña discusión que llevo un tiempo tratando de meter entre los asuntos importantes del gobierno (juntar votos, no viven para otra cosa). ¿Qué estamos haciendo con la cultura en Tandil?
Hace unos días compartí un artículo que los chicos de la Tandilidad Al Palo tuvieron el mal gusto de poner en su página.
Hay mucho para decir al respecto. Para empezar, el Intendente Lunghi degradó la Secretaría de Cultura y Educación al rango de Subsecretaría. Ni hace falta decir más.
La Subsecretaría le cuesta, al Municipio, más de 1 millón y medio de pesos al año.
¿Saben los ciudadanos de Tandil en qué se gasta ese dienro? No, porque se gasta en sueldos, en mantener un edificio que cuando era el de la Escuela Municipal de Música (y la música sí es cultura) se caían los pedazos de pared, y en publicidad, claro, en pagar al El Eco de Tandil el espacio para anunciar lo que no se hace.
Basicamente, lo que estamos pidiendo algunos escritores locales es que nos den una mano. Un subsidio para editar un libro, una revista con literatura local, lo que sea, pero algo.
¿Es posible esto? ¿Cuánto dinero de la gente se necesitaría? Mucho menos de ese millón de pesos que cuesta mantener una subsecretaría que no hace absolutamente nada.
La edición de un libro normal, de unas 100 páginas con una buena presentación, cuesta, más o menos, entre 6 mil y 7 mil pesos. Es decir que con 70 mil pesos al año, el Municipio podría estar subsidiando a 10 escritores por año. Si se quiere, con 10 mil más subsidiamos hasta 5 revistas literarias (número demasiado alto para nuestra ciudad).
Hablamos de 80 mil pesos (de los que todavía sobraría algo) para resolver la cuestión de los escritores en la ciudad.
¿No hay en el Municipio 80 mil pesos para la cultura local? Obvio que sí. De hecho, contando solamente al Intendente y a los 5 funcionarios más cercanos que tenga se llevan por mes más (bastante más) que eso en lo que ellos llaman "sueldo".
El detalle de cobrar un sueldo por no hacer absolutamente nada lo dejo para otro día.
¿Cuántas veces cobraría el subsidio el autor? Una. Con los ejemplares en mano, el escritor puede salir a venderlos y con eso sumar un ingreso o pagar una re-edición o la edición del próximo libro.
Con nada se puede hacer mucho, Sr. Intendente.
Pero en Tandil, con mucho se hace nada: en El Eco anunciaron para el 25 de mayo la inauguración del primer teatro "pasando la ruta". Es maravilloso (lo del teatro digo, no esa forma vulgar de decir que del otro lado de la ruta no era Tandil antes de esto). Es necesario. Me parece bárbaro.
Lo que me disgusta es ver que siguen degradando a la cultura a lo que queda en el fondo del plato. Siempre es "cultura y educación" "cultura e historia" y cosas así. Para el Intendente Lunghi la cultura, en sí misma, es nada. Cultura es "todo": la historia, el bicentenario, el fútbol, un TV LED en la guardia del hospital para ver tele mientras esperamos 3 horas es cultura.
Después lloramos y compartimos fotos y nos preguntamos qué nos pasó en Tandil para que nos ocurran las tragedias que nos ocurren.
¿Qué nos pasó? Nos pasó Lunghi. Nos pasó una gestión que convirtió la ciudad que fabricaba carrocerías para tractores en una fabrica de chucherías. Nos pasó un intendente para el que la "cultura" es una parte chica, ínfima, del turismo. Nos pasó un intendente que después de casi fundir la Clínica Chacabuco quiso ir por más y destruyó una ciudad entera.
Nos pasó que hicimos la vista al costado, que quisimos vivir la vida fácil del vengan a traer guita a cambio de piedritas de colores, nos pasó que nos cagamos en nuestros hijos y en la ciudad que les estamos dejando.
Nos pasó nosotros. No se pregunten por qué los pibes a los 15 años se emborrachan y se matan estúpidamente. La respuesta es por nosotros, por lo que les estamos dejando. Porque en el mejor de los casos, el futuro que les espera es ser empleado del mes en una hamburguesería o una estación de servicio, o vender artesanías en la plaza.
Nos pasó que en Tandil pasamos de conocernos todos al no me importa el otro.
Antes la ciudad éramos los que la habitábamos, hoy los que vienen a ensuciarla.