Guión para un cortometraje erótico
La cámara se acerca desde la puerta de la habitación.
En escena un hombre entrando en una mujer
con desesperada pasión, con silenciosa furia. Como intentando una salida de emergencia ante el inminente desastre.
Luego se levanta y se dirige al baño, donde se para frente al espejo.
Se mira, en silencio, durante unos segundos.
Finalmente se reconoce en el rostro enajenado e insatisfecho.
En la habitación, la mujer se ha quedado dormida, ajena a cualquier tribulación.
Él la ama. O la quiere. O le reconoce su presencia y su entrega.
El del espejo es otro, uno que no conoce la vida, que intenta escapar de la muerte inevitable escondiéndose en el vientre de esa mujer. O de cualquier otra. Ella se irá cuando no entienda que eso también es amor, entonces otra ocupará su lugar.
La cámara se queda un instante a cierta distancia abarcando a los protagonistas: a la izquierda de la imagen, por entre la puerta abierta del baño, el reflejo de un hombre parado frente al espejo; a la derecha, el cuerpo desnudo de una mujer dormida.
En la pantalla nunca aparece la palabra FIN. Solo se desvanece la imagen lentamente, como un recuerdo.