octubre 05, 2012


Paradoja de la lluvia:

La lluvia inspira. A muchos la lluvia nos inspira. Tal vez porque obliga al reclutamiento. O porque es como regar la nostalgia.
Cuando llueve es más placentero sentarse a escribir con la taza de café junto al computador (cada cuál con sus gustos).
Pero cuando llueve me cuesta, si no es que me resulta imposible, dejar de escribir sobre la lluvia. 

Las tardes que no había mucho para hacer se entretenían recorriendo el contorno de las sombras. Un día era la sombra de una simple hoja, otro, sombras con formas más complejas, pero siempre pequeñas formas, distancias accesibles. Cuando terminó la época de recolectar hojas, las dos hormigas emprendieron la aventura más grande de sus vidas: perseguir la sombra de un pájaro que cruzaba el cielo hasta donde él las llevara.