abril 26, 2013


Un día decidió que sería él mismo su propio reloj. A cada vuelta completa de su sangre por todo su sistema de venas y arterias le daría un nombre que reemplazaría a los minutos.
Porque el tiempo es interno, pensaba, propio.
─Mi tiempo es humano y ningún artilugio mecánico me dirá cuándo es el momento de nada.

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