I
El hombre pronunció el conjuro. Una extraña espesura invadió el aire y de la nada, de la espesa nada, ella apareció, perfecta, y ya amada desde antes de ser.
II
Deberías verla, tan hermosa, siempre tan radiante y alegre; una espesura de luces en un cuarto oscuro. Nunca creí que un día llegaría a besarla y sin embargo...ya ves, los milagros suceden.
III
En la penumbra del cuarto, el hombre bailaba y contaba "undostres...undostres" mientras giraba abrazando el aire entre las cuatro paredes acolchadas.
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