septiembre 20, 2011

Me hablan, me explican cómo se entra en el Cielo. Pero no como salir del infierno. ¿Acaso lo conocen? ¿Acaso sus manos bajarán hasta el mismo fuego que me consume para ayudarme a levantarme? ¿O solo dirán que de necio quise quedarme en las llamas, ardiendo, para no reconocer que nunca han muerto ni descendido a los infiernos?
Cada llaga será mañana una medalla al coraje en la lucha por cada latido de un corazón que se enfermó de tus ojos.

1 comentario: