El lenguaje es ineficaz por esencia y definición. Nace como una necesidad de acordar estrategias de caza entre los hombres primitivos. La palabra escrita recién aparece entre los fenicios como herramienta para la contabilidad. Entre las culturas mesopotámicas y nosotros esta el que creyó, erróneamente, que la palabra podía servir para expresar cuestiones no materiales. Y nació, en el colmo de este error, la poesía.
La explicación es sencilla: el origen de la poesía está en la necesidad de comunicar hechos remotos, a modo informativo. Los juglares, primeros medios de comunicación, comenzaron este equívoco.
Lo cierto es que no hay palabra que pueda referir un hecho no material con efectividad y precisión. Cuando alguien me escribe para contarme que comparte los mismos sentimientos que escribí en algún poema, tiemblo. ¿Acaso esa persona siente el mismo amor que yo y por la misma persona? Es claro que no. Sabemos que dos personas nunca tienen el mismo sentimiento. Pero el lenguaje, como el pensamiento en su totalidad, utiliza la categorización como método de simplificar la realidad. El concepto "amor" es el mismo en cada uno de nosotros. Pero nosotros no somos los mismos. Cada uno es único e irrepetible. Y cada uno ama como puede y quiere.
De todas formas, es inútil pretender, en dos palabras, decir que se ama. La complejidad misma del sentimiento que cada cual llama "amor" hace imposible que en la simple suma de un pronombre personal y un verbo pueda decirse tanto.
La complicidad entre dos personas, la atracción física, la complementacion de personalidades y todo lo que el amor trae consigo lo dejamos apretado en esas dos palabritas tan inútiles como injustas.
¿Qué hacer entonces para "comunicar" el amor?
Hay dos opciones. La primera es plagiar esta explicación absurda sobre las limitaciones del lengüaje a la hora de comunicar sentimientos. La segunda, siga diciendo "te amo", seguramente esa persona entiende y, si anda con suerte, hasta quizá sienta también lo que le esta tratando de explicar insuficientemente.
Después de todo, esto no es más que palabrerio para distraer a la mujer a la que hoy, olvidé decirle que la amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario